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Subió el costo de la harina y los panaderos no saben qué hacer

En la industria cipoleña, han preferido hasta el momento absorber los mayores gastos pero el nuevo valor de su principal insumo los ha puesto en una difícil situación, casi insostenible. También deben actualizar los salarios del personal, por aplicación de lo resuelto en las paritarias nacionales.

Las panaderías de Cipolletti recibieron el lunes la pésima novedad de que el precio de la bolsa de 25 kilos de harina subió alrededor de un 15 por ciento. Ante ello, la inquietud ha cundido entre propietarios del sector, que siguen tratando de no aplicar un nuevo incremento en el precio del pan, ante el temor de que se profundice aún más la caída en el consumo, que ya oscila entre un 40 y un 50 por ciento.

No es la única fuente de preocupación en el rubro. Para los dueños de las panificadoras también se ha sumado otra fuente de temor para sus cuentas. Se trata de la aplicación del cierre de la paritaria nacional 2020-2021, que prevé para mayo una suba salarial para los trabajadores del 11 por ciento, que se suma al pago de una gratificación extraordinaria de 2.000 pesos con los haberes de abril, entre otros puntos.

Pero ha sido el incremento de la bolsa de harina lo que más ha sacudido el panorama. Hasta ahora, pese a los golpes que han significado las alzas en otros insumos indispensables como la margarina, la levadura y las bolsitas de plástico para la comercialización de la producción, se ha venido optando por la cautela y por absorber los costos, y no consensuar un nuevo precio sugerido más alto para el pan y especialidades de la industria.

La bolsa de 25 kilos de harina venía rondando los 1.100 pesos, motivo por el cual con el la suba actual del precio superará los $1.250, un salto muy significativo. Sobre todo, para las panaderías más chicas de los barrios que solo pueden comprar pocas cantidades y no pueden negociar así, al menos, unas mínimas rebajas.

Un conocido panadero de la ciudad, consultado sobre la situación, indicó que se hace insostenible para quienes facturan el pan más barato, es decir, a unos 140 pesos el kilo, seguir sosteniendo la situación. Según él, ese monto debería estar ya en $170 para aliviar los altos costos. Agregó que, de seguir las tendencias alcistas en los insumos y en costos fijos como los alquileres, a fin de año el kilo de pan común más barato no podrá valer menos de 220 pesos.

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