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La Mañana Las Fiestas

Una multitud salió a hacer las compras de fin de año

Se sienten en la calle los $1367 millones de aguinaldos estatales.

Mario Cippitelli

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Neuquén.- Todavía no son las 10 de la mañana y las calles del centro y del Bajo neuquino están pesadas, repletas de gente que salió a hacer compras desde temprano. Nadie quiere llegar al domingo de Nochebuena con cosas que faltan y más aún teniendo en cuenta que los supermercados abrirán hasta las 14.

El microcentro es un enjambre que mezcla personas haciendo trámites en oficinas y bancos y otras haciendo las compras de fin de año, especialmente los regalos para la Navidad.

Las jugueterías no dan abasto. Para las fiestas siempre contratan el triple de personal, pero ni siquiera con un ejército de jóvenes atendiendo alcanza a contener la demanda de padres y abuelos que buscan los regalos para los chicos. Por la puerta entran y salen decenas de personas en pocos minutos con grandes bolsas y se funden en el gentío que no para de caminar.

Las galerías, los pequeños comercios, los bares y hasta los kioscos esperan ansiosos que las compras de fin de año salven un año que si bien tuvo un leve repunte comercial todavía sigue siendo flojo. “Hasta ahora venimos bien; la gente está comprando y no nos podemos quejar”, asegura la encargada de un negocio de ropa femenina, mientras despacha a una clienta que lleva dos bolsas con moños y motivos navideños.

En la zona del Bajo las calles más transitadas son las que delimitan las primeras manzanas: Mitre, Sarmiento, Alcorta, Perito Moreno, San Luis, La Pampa, Misiones, Corrientes, Río Negro. Los vendedores ambulantes ofrecen en las veredas todo tipo de productos que pueden convertirse en un regalo económico: un par de medias, anteojos de sol, llaveros, relojes y una amplia variedad de baratijas que les sirve para vivir el día a día. El resto de los comerciantes atiende y espera con ansiedad a la marea humana que crece con el correr de las horas y parece desbordar las veredas. En cada esquina un par de policías controla a potenciales carteristas, arrebatadores y ladrones. Todo parece estar bajo control.

Plata fresca

Todos tienen plata y es comprensible: sólo con los tres poderes del Estado que pagaron los aguinaldos se volcaron en la calle 1337 millones de pesos que se les suman a los 30 millones del aguinaldo de los municipales, además de los que aportó el empleo privado.

Cerca del mediodía, el calor y el viento que comienza a soplar desde el oeste hace que el Bajo se convierta en una caldera y el gentío se vuelve más denso y lento. Ahora es el turno de los restaurantes, bares y bodegones que ofrecen una pausa en el frenesí de compras para que los miles de consumidores se sienten a tomar algo fresco y a comer alguna minuta. Pizzas, empanadas, sándwiches, milanesas, hamburguesas y lomitos son el menú repetido que se encuentra en cada lugar y que no sólo se promociona con los carteles, sino con el olor que invade las veredas.

Tenía razón Carlos Bouquet Roldán cuando en 1904 decidió hacer los planos de lo que sería la nueva capital y dividió el terreno en dos partes: la zona del Alto para que se instalaran oficinas administrativas y la del Bajo, para que se desarrollara el comercio sin ningún tipo de limitación.

Ese mismo esquema, aunque algo cambiado, es el que sigue funcionando en Neuquén después de 113 años.

2674 millones de pesos

Son los que circularán en Neuquén cuando los tres poderes del Estado neuquino paguen el sueldo de diciembre a la administración pública. Sin embargo, muchos de esos fondos serán destinados a las vacaciones y al turismo, otro sector que como los comerciantes en Navidad espera que le llegue su turno.

“Vinimos a hacer las compras temprano porque no queríamos esperar hasta último momento. Igual hay muchísima gente”, afirmó Irma, durante una recorrida por la calle Sarmiento

“Compré regalos para mis nietos nada más, porque mi situación económica no es muy buena. Los grandes ya lo saben”, afirmó Margarita, a la salida de una juguetería del Bajo neuquino

“No me molesta la gente; yo camino, recorro y veo los precios. Me divierte hacer compras en Navidad”, afirmó Alfredo, durante una recorrida por la calle Mitre

Otra vez fue una aventura tratar de conseguir dinero en efectivo

Largas filas de gente esperando la posibilidad de conseguir dinero en efectivo en los cajeros automáticos se convirtieron ayer en postales calcadas en distintos puntos de la ciudad. Si bien no se registró faltante de billetes debido a la reposición que realizaron los bancos, las demoras fueron importantes.

Los lugares más concurridos fueron nuevamente los cajeros ubicados en el microcentro neuquino, especialmente los de la Avenida Argentina y la calle Juan B. Justo. Allí se formaron filas interminables que iban avanzando lentamente a medida que pasaba la mañana.

El cobro del aguinaldo de los municipales neuquinos generó una mayor demanda a la que ya había el jueves con el pago a los estatales.

Por fortuna, desde que comenzaron a circular los billetes de mayor denominación, el stock de papel moneda dura mucho más en los cajeros en comparación con los últimos años.

Quienes necesitaban efectivo no tuvieron otro remedio que hacer la espera debido a que la otra opción que tenían, que era retirar dinero de los supermercados, era peor debido a que ayer miles de personas comenzaron a realizar las compras para festejar la Navidad y las grandes superficies comerciales se vieron colmadas desde horas tempranas.

“No me puedo quejar demasiado porque la cola va bastante rápido y sabía que esto iba a ocurrir”, dijo con resignación una mujer que se encontraba formando una fila en un banco de la calle Juan B. Justo.

Otra señora reconoció que no necesitaba mucho dinero, pero sí algo de efectivo para las compras menores. “No en todos lados aceptan las tarjetas de débito; sería una solución que el comercio pase por ese lado y se dejen de lado los billetes”, reflexionó.

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