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Una pareja se lanzó a una soñada aventura mundial

Macarena y Pablo, junto con su hijo de 7 años, partieron el sábado en una combi rumbo a Alaska.

Pablo Montanaro

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Neuquén. “Si lo puedes soñar, lo puedes hacer”. La frase está escrita en un papel pegado dentro de la camioneta Volkswagen Transporter de 1998 con la que un joven matrimonio neuquino y su hijo de 7 años emprendieron por estas horas un viaje con destino final Alaska.

La idea surgió hace unos meses atrás, pero por el espíritu viajero de Pablo Gómez (36 años) y Macarena Aroca (34) seguramente siempre estuvo entre sus proyectos desde que se conocieron, hace doce años. “Con un grupo de amigos nos habíamos propuesto hace un tiempo atrás viajar en mayo de este año en moto hasta México. Varios se fueron bajando del proyecto y me quedé con las ganas. Al otro día le propuse a mi mujer hacer un viaje en familia y surgió la idea de unir Neuquén con Alaska”, explicó Pablo, quien en moto viajó alguna vez hasta Ushuaia.

Durante años, debido a su trabajo en empresas petroleras, Pablo pasaba mucho tiempo alejado de su familia. Esto lo motivó a estar más tiempo con su mujer y su hijo. “Cuando dejé el trabajo me compré una moto y empecé a viajar, conocí a otros viajeros en bicicleta, en motorhome o mochileros que te entusiasman con estas aventuras”, describió.

Macarena no dudó en sumarse a la idea. “Me encanta viajar y conocer lugares, desde que nos conocemos estamos viajamos”, contó.

Pablo comentó que la aventura tiene por objetivo “disfrutar, sin rutinas, nada de shoppings, sin mucho programado, aunque hemos estudiado bien cada lugar para no tener problemas”. El sábado salieron de Neuquén y pusieron rumbo para recorrer toda la costa de Brasil, Bolivia, Perú. “Queremos conocer Cuzco y Machu Picchu, de ahí cruzar a Colombia. También queremos ir al Gran Cañón del Colorado, le prometimos a Lautaro ir a Orlando y recorrer muchos lugares simbólicos. Y si se puede, llegar a Europa”, detallaron.

Pablo trabajaba en una petrolera y se cansó de no tener tiempo para su familia. Hoy están felices

“No nos fijamos un plazo de tiempo para hacer este viaje. Nuestra idea es hacerlo entre dos a tres años, veremos cómo resulta”, agregó Macarena, quien unos días antes terminó sus estudios secundarios en el CPEM 21 para adultos. “Mi marido me prometió un viaje. Y bueno, es como si este fuera mi viaje de egresados”, dijo la mujer con una sonrisa.

Una de las preocupaciones era la educación de su hijo Lautaro, quien este año terminó segundo grado. Mientras se extienda el viaje, estudiará bajo el Sistema de Educación a Distancia del Ejército Argentino (Seadea) que contempla la ley de educación nacional, sin limitaciones de tiempo y espacio.

El vehículo, al que llamaron Lunita Viajera y con el que recorrerán esos 13.500 kilómetros hasta Alaska, fue preparado y equipado durante largos meses por Pablo con la ayuda de su suegro. Cuenta con cama, baño, heladera, reserva de agua potable, baterías recargables, entre otras comodidades. “Se lo compramos a un matrimonio adulto que al principio no lo quería vender, pero cuando le comentamos de nuestro proyecto de viaje accedieron”, explicó.

Por otra parte, la pareja contará, durante el tiempo que dure el viaje, con un ingreso de dinero producto del alquiler de su vivienda y ahorros para solventar los gastos

“Lo bueno de todo esto es que vamos a estar las 24 horas de cada día juntos los tres. No somos Romeo y Julieta, pero nos llevamos mejor cuando estamos más tiempo”, coincidieron Pablo y Macarena, con la sonrisa tierna de su hijo mientras sostiene un globo terráqueo que acompañará a la familia durante la travesía.

La combi cuenta con baño, cama y agua potable. Lautaro seguirá la primaria a distancia

Se podrá seguir el viaje en Facebook

“Él (por Pablo) será mi chofer, mi cocinero; yo subiré lo que vayamos experimentando en las redes sociales”, definió Macarena los “roles” que llevarán adelante cada uno durante esta travesía hasta el Polo Norte. “Ella se dedicará a escribir en las redes sociales y yo cuanto más alejado del teléfono, mejor, ya que ese aparato me tenía preso cuando trabajaba en el petróleo”, confesó Pablo, en lo que será su objetivo dentro de este viaje soñado para el matrimonio. Para ello, la pareja creó una cuenta para que sus fanas puedan seguir cada tanto sus aventuras. En Facebook hay que ingresar a NeuquénAlaska#ViajeSoñado.

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