Aimé Temis contó cómo nació Paraíso Animal, el emprendimiento que armó con su pareja y que este sábado abre un nuevo local.
Apenas cuatro años atrás, la neuquina Aimé Temis Barrutia no sabía que el trabajo que había conseguido en una fábrica textil porteña -mientras finaliza sus estudios en artes visuales- sería la gran excusa que le tenía preparada el destino para conocer el amor y regresar a la tierra donde nació, a casi diez años de su partida. Ella estaba licenciándose en escultura cuando se enamoró de Matías Pilotto, con quien siempre compartió la pasión por los animales y el deseo de tener un emprendimiento propio, lejos de la relación de dependencia.
Tampoco sospechaba en aquel entonces que, tiempo después, una pandemia paralizaría el mundo y que, en medio de la incertidumbre, ella y su pareja comenzarían a cumplir su sueño.
La cuarentena los agarró de vacaciones en Neuquén, esas que solían hacer para visitar a la familia de ella. "Veníamos por una semana nada más y yo nunca más volví a Buenos Aires", sentenció Aimé entre risas y con un dejo de asombro por el vertiginoso cambio de vida que tuvo de un día para el otro.
"Viajamos con nuestros perros, como siempre, y yo me terminé quedando. Renuncié al trabajo, Matías regresó cuando pudo y en diciembre hizo la mudanza de los dos. Hacía bastante que veníamos postergando la idea de venir a vivir acá y yo consideré que era el momento. Todo se desarrolló de manera muy curiosa en función a lo que la pandemia permitía", explicó la joven de 30 años que tuvo que readaptarse a la ciudad, en medio de la vorágine.
"Durante esos cinco o seis meses que estuvimos a la distancia fuimos pensando el proyecto de la tienda de mascotas, era el formato que nos permitía juntar el placer y el trabajo. Sabíamos que hay mucha oferta en ese rubro, pero no todas son de calidad o los adecuadas. Entonces decimos sacarle provecho al aprendizaje que veníamos haciendo con nuestras propias mascotas", señaló sobre la génesis de Paraíso Animal y haciendo alusión a Muñeco y Aruma, sus dos dogos de Burdeos.
"Terminamos abriendo el local en San Martín 4486, en febrero de este año, con el contexto de incertidumbre de la pandemia y sin tener una experiencia previa. Es una zona que conocíamos, nos gustaba el barrio. Hicimos todo a pulmón, desde pintar las paredes, hasta diseñar la identidad visual del local. Mati, que es bueno con los números, se abocó a eso. Y por suerte nos ha ido muy bien, tenemos buena recepción del público y la gente del barrio", celebró
Tal es así que, a seis meses de ese lanzamiento, este fin de semana, Paraíso Animal sumó una otra sucursal en Estanislao Zeballos 4893.
"Nos sorprendió gratamente el crecimiento. Gracias a Dios el primer local nos fue quedando chico, ha veces nos quedaban productos sin exhibir y además queríamos ir ampliado los servicios. Nos gusta que se acerquen con la mascota, que si quieren ropa se la puedan probar. Ahora incluimos peluquería y con el tiempo nos gustaría incorporar un consultorio veterinario", adelantó.
"Empezamos sin tener certezas de cómo iba a ser la demanda de la gente de la zona. Fue un aprendizaje en el día a día. Apostamos a las grandes marcas y a productos de emprendedores de indumentaria, camas, colchonetas, collares para razas que son más poderosas. Tenemos una línea especial de adiestramiento, notamos que hay muchos perros con esa demanda. Además de alimento de todas las marcas, vendemos accesorios y juguetes interactivos para perros y gatos, ofrecemos una amplia variedad de rascadores también", enumeró, para luego destacar los mordillos que se rellenan con alimentos, ideal para entretener y calmar la ansiedad de los canes, en especial si se quedan solos en la vivienda.
"Son de goma, se rellenan con alimento y, como un premio, al morder puede sacar el alimento del interior. Así, se mantienen entretenidos, tienen un desgaste intelectual y logran liberar energía que a veces no pueden canalizar", precisó.
"Otro punto clave de la tienda es el asesoramiento. Mati que es la cara visible, que está detrás del mostrador todos los días, conoce bastante y escucha a la persona para ofrecerle lo mejor para su necesidad", remarcó.
Solidaridad
En sus seis meses de vida, Paraíso Animal se unió a la organización Rescata2 Neuquén, dedicada a "ayudar a los amigos de cuatro patas" con adopciones, tránsito, campañas de búsqueda por pérdidas entre otras acciones.
"Para promover la adopción, le regalamos a quienes lo hace a través de Rescata2, un pack inicial de alimento, collar y chapita identificatoria. La idea es que tengan una ayuda para empezar", contó Aimé y agregó que también son parte de la organización de otras iniciativas orientadas al bienestar animal.
"Por ejemplo, el sábado vamos a realizar un curso de reanimación cardiopulmonar (RCP) para mascotas. También desarrollamos sorteos con sesiones de fotos. Todo el tiempo vamos innovando. Nos gustaría desarrollar algunas jornadas de educación canina para que las personas puedan sentirse seguras con sus perros. Hay mucha necesidad de poder tratar conductas de los animales que no tienden a socializar bien con otros perros o humanos. Si nosotros podemos ser el nexo entre quien pueda enseñar y quien precise aprender, perfecto", manifestó Aimé.
"La idea es que el local sea una excusa para que la gente pueda reunirse en torno al bienestar animal. No necesariamente tenés que acercarte para comprar, podés ir para hacer consultas", aclaró.
"A lo largo de nuestras vida tuvimos perros, gatos, peces, aves, hámsters, así que un futuro quisiéramos poder abarcar otras familias de animales que demandan sus cuidados específicos. No esperábamos tan buena recepción, así que es un gran empujoncito para seguir por este camino. Estamos agradecidos a la gente que se ha acercado, que nos ha apoyado y que tiene vocación solidaria con los animales", concluyó.
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