¿La Luna cambió por el confinamiento por Covid-19?
Un estudio reveló que durante los meses más estrictos del confinamiento global en 2020, la Luna se vio afectada severamente.
El impacto del Covid-19 dejó huellas en la vida de las sociedades modernas, afectando todos los rincones del mundo y generando cambios profundos no solo en la Tierra, sino también en el espacio. Un reciente estudio demostró que la Luna experimentó un cambio de temperatura importante durante los meses más estrictos del confinamiento.
Los efectos del descenso en la actividad humana no se limitaron a nuestro planeta; el satélite natural más cercano también sufrió las consecuencias.
Estudio sobre la superficie de la Luna
Un equipo de investigadores en Ahmedabad, India, decidió analizar los efectos del confinamiento global en la Luna. El estudio, publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society Letters, reveló que durante abril y mayo de 2020, cuando las restricciones eran más severas, la temperatura de la superficie lunar más cercana a la Tierra experimentó variaciones significativas.
Para llevar a cabo su investigación, los científicos del Departamento de Investigación en Física utilizaron datos del Orbitador de Reconocimiento Lunar de la NASA, una sonda lanzada en 2009 que ha estado midiendo de manera constante la temperatura de la Luna durante más de una década. El orbitador, equipado con cámaras infrarrojas térmicas, permitió a los expertos comparar temperaturas en varios puntos de la superficie lunar.
El análisis se centró en seis áreas específicas de la Luna, utilizando como referencia datos recolectados en 2017 y 2023. Los investigadores observaron un cambio notable: durante 2020, la temperatura en la Luna fue de 96,2 grados Kelvin (-286 grados Fahrenheit), mientras que en 2023 la temperatura aumentó a 131,7 grados Kelvin (-222 grados Fahrenheit). Estas diferencias oscilaron entre 8 y 14 grados en algunos puntos de la superficie lunar.
Causas del descenso de temperatura
La investigación propone que las restricciones de movilidad a nivel global, impuestas para frenar la propagación del virus, tuvieron un efecto directo en las temperaturas lunares. El confinamiento por Covid-19 redujo drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y, por lo tanto, la cantidad de radiación que la Tierra emite hacia el espacio. Este fenómeno parece haber generado una disminución en la cantidad de calor que normalmente se transfiere desde nuestro planeta hacia la Luna.
Los científicos plantearon que esta baja en la radiación influyó en el enfriamiento de la superficie lunar. Durante la pandemia, las noches lunares se volvieron más frías de lo habitual debido a la caída en la actividad humana en la Tierra. Este fenómeno puede considerarse una consecuencia inesperada del confinamiento y subraya el impacto que las actividades humanas pueden tener, incluso en los cuerpos celestes más cercanos.
Implicaciones del estudio
El hallazgo sugiere que la Luna, aunque distanciada de la Tierra por miles de kilómetros, no está completamente aislada de los cambios que ocurren en nuestro planeta. Las fluctuaciones en las actividades humanas, en este caso relacionadas con la pandemia global, tuvieron efectos tangibles en el ambiente lunar.
Este estudio abre nuevas preguntas sobre la interrelación entre la Tierra y la Luna y sobre cómo las actividades humanas, tanto en la superficie terrestre como en la atmósfera, pueden afectar otros cuerpos en el espacio. Los autores del informe sugieren continuar con investigaciones adicionales para explorar más a fondo estos vínculos y comprender mejor cómo fenómenos en nuestro planeta pueden repercutir en el entorno espacial cercano.
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