La confederación publicó un mensaje en sus redes sociales luego de los hechos ocurridos en la playa de Copacabana.
Este jueves, a 48 horas de la gran final de la Copa Libertadores, la fiesta estuvo ausente. En cambio, se vieron imágenes violentas, de agresión por parte de hinchas de Fluminense y represión de la policía a los hinchas de Boca. Conmebol, presionada, publicó un comunicado.
La dirigencia Xeneize reaccionó ante lo ocurrido e instó a la confederación a que dé una respuesta. Lejos de brindar una solución, se limitaron a publicar un comunicado que convoca a los hinchas a vivir el encuentro en paz, cuando los argentinos no buscaron problemas, sino que sufrieron una emboscada.
“La CONMEBOL hace un llamado a los hinchas de Boca y Fluminense FC a compartir todos juntos los momentos de alegría y celebración que nos dan nuestro fútbol. Los valores del deporte que más nos apasiona deben ser inspiradores de conductas de paz y armonía. Por eso, repudiamos los actos de violencia y racismo que se puedan producir en el marco de esta final”, escribieron en las redes sociales oficiales.
En Boca no quedaron conformes y en estos momentos se organizó una reunión en el hotel con las autoridades, ya que el problema más grave radica en que la policía, quien debería garantizar la seguridad, forma parte de la agresión a las familias e hinchas particulares.
Esto ocurre en un marzo de amenazas. La 12, que aún no llegó a Brasil, ya le dejó un mensaje a la barra brava de Fluminense. “La barra de Fluminense está obligada a pelear contra la barra de Boca cuando lleguemos. Que nos esperen nomás… Vamos a estar nosotros tres adelante (Marcelo Aravena, Mauro Martin y Rafael Di Zeo)”, declaró Marcelo “Manco” Aravena, en diálogo con Flavio Azzaro en CEF.
Nuevo conflicto con los hinchas de Boca
La tensión comenzó alrededor de las 17.00 en las playas de Copacabana, cuando la barra de Fluminense se hizo presente para agredir y robarle a los fanáticos Xeneizes, con la complicidad de la policía que se apersonó para reprimir e incluso detener a dos hinchas de Boca.
Por la noche, a las 21.30, las cosas parecían haberse calmado. Esta vez no participaron del hecho los hinchas de Fluminense, pero la policía volvió a tirar gases lacrimógenos para dispersar a los argentinos que estaban cantando pacíficamente. Lo cierto es que, a dos días del partido, el clima está lejos de ser una fiesta.
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