Florencia Romano se encontraba desaparecida desde el sábado. Ese día un vecino denunció que en la casa donde la asesinaron algo extraño pasaba, sin embardo no le dieron importancia.
La desaparición de Florencia Romano, ocurrida el sábado, mantuvo el vilo a toda la provincia de Mendoza hasta ayer, cuando encontraron el cuerpo sin vida de la joven de 14 años en una acequia de la localidad. Lo cierto es que un llamado de un vecino al 911 pudo haber evitado el femicidio.
Luego de la declaración de un testigo clave, encontraron el cuerpo de Florencia Romano calcinado en la localidad de Maipú, cerca de la casa de la pareja detenida por el femicidio. En medio de la conmoción, un llamado desatendido al 911 provocó indignación entre los vecinos y dio inicio a una nueva causa vinculada a la anterior.
De acuerdo a información difundida por el Diario Uno de Mendoza, en el expediente figura que a las 18.58 del sábado hubo un llamado al 911 para informar que en el domicilio de Arancibia se escuchaban gritos y una pelea. Este hombre, que ya fue identificado, expresó claramente que había oído un pedido de auxilio y también brindó claramente la dirección del lugar: “Padre Vázquez y Berra”.
Lo llamativo es que, a pesar de la gravedad de esa llamada la comunicación se cortó sin que la operadora pidiera ninguna otra precisión y, peor aún, sin que se enviara ningún móvil policial a la zona. Por este hecho es que la Justicia buscará determinar responsabilidades para conocer si el femicidio de Florencia Romano pudo evitarse.
La joven de 14 años se había ido de su casa de Guaymallén el sábado a la mañana para ir a encontrarse con una amiga en Maipú. Esa versión no había sido del todo cierta ya que, en realidad, la adolescente tenía planeado asistir a una “fiesta” en la casa del sospechoso, a la que el propio Pablo Arancibia la había invitado a través de las redes sociales.
Al conocerse el llamado al 911 del testigo que advertía sobre una situación de violencia de género en el domicilio de la pareja imputada, el lugar donde además se le había perdido el rastro a Florencia, los arañazos que tenía en su cuerpo Arancibia cuando lo detuvieron cobraron otra relevancia. Si bien el sospechoso dijo entonces que se los había provocado un gato, se presume que fueron heridas defensivas que en realidad le causó la víctima.
En cuanto a la investigación, en las próximas horas los estudios de ADN y el trabajo de los forenses harán oficial la noticia que ya confirmó la propia familia de Florencia Romano anoche. La joven fue asesinada y trató de defenderse. Gritó, pidió auxilio y se enfrentó con su asesino. Pablo Arancibia y Micaela Méndez fueron imputados por la fiscal de Homicidios Claudia Ríos como coautores del femicidio de la joven. Más temprano, vecinos que participaban de una marcha para pedir por la aparición de Florencia habían encontrado en los alrededores de la casa de los detenidos un corpiño con sangre y un cuchillo.
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