Este jueves, la visibilidad estaba en los mínimos. Hubo vuelos suspendidos y mucha precaución a la hora de transitar. Un despertar distinto en la ciudad.
Más de uno se sorprendió al mirar por la ventana o salir a la calle, ya sea para el compromiso diario de ir a trabajar, a estudiar o realizar un trámite. Todos se encontraron con la densa neblina que mantuvo a Neuquén capital bajo penumbras durante varias horas en la mañana de este jueves.
La baja visibilidad obligó a suspender el arribo y la partida de vuelos, además de manejarse con mayor precaución a la hora de movilizarse en rutas y calles de la ciudad. También hubo que mirar más de una vez hacia el horizonte para determinar en qué momento llegaría el colectivo.
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Según el Servicio Meteorológico, la mínima visibilidad llegó a los 100 metros, cerca de las 8 de la mañana. Fue un panorama distinto para una de las últimas mañanas otoñales por estas tierras patagónicas.
La neblina es un fenómeno meteorológico que consiste en la suspensión de muy pequeñas gotas de agua en la atmósfera o de partículas higroscópicas húmedas, que reducen la visibilidad horizontal a una distancia de un kilómetro o más.
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