Brutal accidente en la ruta hacia el Machu Picchu: un muerto y más de 80 heridos
Un fatal choque se registró en el principal corredor turístico de Perú, y hay cientos de turistas afectados.
Un grave accidente ferroviario se registró en la ruta hacia Machu Picchu. Hay una víctima fatal y decenas de heridos, en un episodio que volvió a poner bajo la lupa la seguridad del principal corredor turístico de Perú. El choque involucró a dos trenes turísticos que circulaban por la vía única que conecta Ollantaytambo.
El siniestro ocurrió el martes en el kilómetro 82 de la traza ferroviaria, en un sector conocido como Pampacachua. Se trata de un tramo montañoso y selvático, sin caminos alternativos, donde el ferrocarril constituye el único medio regular para llegar a Machu Picchu, uno de los destinos turísticos más visitados de América Latina.
Como consecuencia del choque, murió el maquinista de una de las formaciones. Las autoridades confirmaron que se trataba de un trabajador ferroviario que conducía uno de los trenes al momento del impacto. Además, casi 80 personas resultaron heridas, entre pasajeros y personal de a bordo. La mayoría presentó traumatismos múltiples y contusiones, mientras que un grupo debió quedar internado bajo observación médica.
Los primeros auxilios se vieron dificultados por el lugar del accidente. Muchos pasajeros comenzaron a autoevacuarse caminando junto a las vías, hasta alcanzar puntos donde podían ser asistidos. Recién con la llegada de unas 20 ambulancias se logró trasladar a los heridos hacia centros de salud de Cusco y localidades cercanas. Nueve personas recibieron el alta en las horas posteriores, mientras que otras continuaban bajo atención médica.
Evacuación compleja y un operativo contrarreloj
El hecho de que se tratara de una colisión entre dos trenes complicó aún más el rescate. La vía única impidió el ingreso rápido de otras formaciones que facilitaran la evacuación masiva. Por ese motivo, las ambulancias y el traslado a pie resultaron clave para asistir a los pasajeros en medio de la vegetación andina.
Las imágenes difundidas por medios locales y agencias internacionales mostraron vagones con daños severos en sus frentes, restos de metal y vidrio sobre las vías y personal de emergencia trabajando en condiciones adversas. El operativo incluyó a la Policía Nacional del Perú, bomberos, guardaparques y personal del sistema sanitario regional, además de organismos vinculados al turismo.
La colisión obligó a suspender de manera temporal el servicio ferroviario, lo que dejó varados a cientos de turistas que se dirigían o regresaban del sitio arqueológico. Algunas estimaciones oficiales señalaron que más de 1.000 visitantes quedaron afectados por la interrupción, con impacto directo en hoteles, agencias y operadores turísticos de la región.
Investigaciones, antecedentes y debate sobre seguridad
Las formaciones involucradas pertenecían a PeruRail e Inca Rail, las dos empresas que cuentan con la concesión para operar en este corredor. El tramo donde ocurrió el choque funciona con una sola vía, lo que exige una coordinación estricta de horarios, señales y puntos de cruce habilitados.
Las primeras hipótesis apuntaron a una posible falla en la señalización o un error operativo que permitió que ambos trenes avanzaran en sentidos opuestos al mismo tiempo. Las autoridades señalaron que estas variables forman parte de la investigación en curso y que todavía no existe una conclusión definitiva sobre la mecánica del accidente.
El accidente se produjo en un contexto sensible. Durante el mes anterior se registraron cortes de vía por parte de pobladores locales, en reclamo por las condiciones de la concesión ferroviaria. Los manifestantes cuestionaban que debieran pagar la misma tarifa que los turistas, aun cuando no realizaban el trayecto completo. Ese antecedente volvió a aparecer en el debate público tras el choque.
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