Búnkers del Apocalipsis: el nuevo refugio de los millonarios

En los últimos años, una tendencia peculiar captó la atención en el mundo de los grandes empresarios y magnates tecnológicos: la construcción de búnkers privados. Estas estructuras, que van desde mansiones subterráneas hasta islas privadas, están diseñadas para ofrecer todas las comodidades necesarias para la supervivencia en situaciones extremas.

Pero, ¿qué motiva a estos millonarios a invertir en estos refugios? ¿Es que saben algo que el resto de la sociedad desconoce?

Entre las personas con mayor poder adquisitivo, la tendencia de preparar espacios de supervivencia ha ganado terreno. Estos refugios están equipados con tecnología avanzada en seguridad y con artículos diseñados para una estancia prolongada. Esta moda no se limita a los grandes empresarios; según estadísticas recientes, la población en general de Estados Unidos gastó alrededor de 11 mil millones de dólares en ítems de supervivencia entre 2022 y 2023. Así, la preparación para lo inesperado se ha convertido en una preocupación que trasciende las clases sociales.

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La entrada a unos de los búnkers de millonarios.

Un ejemplo prominente de esta tendencia es Mark Zuckerberg, el CEO de Meta. En 2023, Zuckerberg invirtió millones en la construcción de un búnker en su propiedad en Hawaii. Aunque el proyecto se mantiene en estricto secreto, se han filtrado algunos detalles sobre su diseño. La construcción comprende un complejo de 12 edificios conectados por caminos subterráneos, con una entrada a prueba de explosiones. Además, Wired informa que el búnker es autosuficiente en términos de agua y electricidad, y cuenta con un espacio subterráneo de 500 metros cuadrados, posiblemente destinado a albergar a un gran número de personas en caso de emergencia.

¿Los millonarios se preparan para el fin del mundo?

La magnitud y las características de estos búnkers a veces evocan imágenes de apocalipsis. ¿Por qué los millonarios están invirtiendo tanto en estas construcciones? Algunos sugieren que podría tratarse de una respuesta a las crecientes tensiones globales, las amenazas de guerras nucleares o incluso los riesgos asociados con la Inteligencia Artificial. La preparación para un colapso global parece ser una motivación subyacente en estos proyectos.

Sam Altman, fundador de OpenAI, también está en la lista de quienes están preparando su propio refugio. Altman ha expresado preocupaciones sobre los peligros de la tecnología, en especial la IA. Se rumorea que lleva consigo una mochila azul equipada con una computadora capaz de desactivar la IA en caso de que esta tecnología se vuelva peligrosa. Aunque está desarrollando una IA avanzada, conocida como AGI, que, si se usa correctamente, podría ser beneficiosa, también advierte sobre su potencial para causar "accidentes drásticos y trastornos sociales". Para mitigar estos riesgos, Altman parece estar creando su propio refugio como medida de precaución.

Preparación para lo inesperado: ¿qué saben los empresarios?

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A pesar de las incertidumbres que rodean estas inversiones en búnkers, queda claro que existe una tendencia notable entre los empresarios y millonarios de prepararse para situaciones extremas. La construcción de refugios privados no solo está en auge entre los tecnólogos y magnates, sino también entre otros inversores millonarios. Este fenómeno plantea la pregunta: ¿qué es lo que estos individuos saben que no están compartiendo con el público?

Mientras la sociedad se enfrenta a desafíos globales, desde el cambio climático hasta las tensiones geopolíticas, la preparación para lo inesperado parece haber captado la atención de aquellos que tienen los recursos para anticiparse a posibles crisis. En un mundo cada vez más incierto, la construcción de búnkers se presenta como una forma de seguridad extrema, un reflejo de las preocupaciones profundas sobre el futuro de la humanidad.