Bufetes de abogados localizan y buscan las herencias sin reclamar. Consiguen ganancias de hasta el 30% del valor de las propiedades.
En un país con una alta población de gente de edad avanzada como España, surgió un nuevo y lucrativo negocio para los abogados audaces. Se trata de los “cazaherederos”, profesionales que se especializan en localizar propiedades y objetos sin reclamar para luego buscar a los legítimos herederos y entregárselas, cobrando un 30%.
La gran mayoría de estos herederos ni siquiera saben que son beneficiarios de cifras realmente llamativas. Y algunos bufetes de abogados han convertido esta búsqueda, que tiene sus secretos, en un verdadero negocio.
Resulta extraño, pero en España sigue habiendo miles de casos de este tipo sin resolver, según cuenta los expertos. Y como aún no hay una gran competencia en el rubro, potencia el oficio.
Los investigadores se quedan con un 30%
"Habitualmente las herencias suelen rondar los 100.000 euros, mientras que las menores se sitúan en torno a los 50.000 euros y otras llegan a superar los 200.000", explican los abogados del Grupo Hereda, que lidera el negocio.
No es todo. Según adelantan, “en España hay millones de euros que no se están tramitando, por lo que queda mucho trabajo”.
Cómo es el proceso
Los bufetes buscan herencias, tanto propiedades como otros bienes, entre ellos joyas u objetos históricos, que no fueron reclamados tras la muerte de su poseedor.
Luego buscan posibles herederos en la familia del fallecido. Hay numerosos casos de parientes que nunca tuvieron vínculos cercanos y ni siquiera saben que esa persona murió.
Pedro Fernández, abogado genealogista, señala que la mayoría de las herencias que actualmente no tienen reclamo en España son del extranjero, con montos de entre 3.000 y 50.000 millones cada año.
Algunos desconfían y temen que sea una estafa
Una vez que detectan a los posibles herederos, los llaman por teléfono para contarles la novedad de que muy posiblemente reciban una propiedad u otro bien suntuoso. En esta instancia, algunos deciden encarar el tema por su cuenta y otros prefieren delegar el caso al bufete, convirtiéndose en sus clientes.
Claro que al principio hay cierta desconfianza de que se trate de una estafa. "Algunos son gente mayor que no se quiere meter en líos y otros simplemente no se lo creen, aunque en la mayoría de los casos acaban confiando", señala una de las responsables de la firma Grupo Hereda al diario español El Mundo.
Cuando el cliente acepta, comienza la investigación de abogados y genealogistas. Poco a poco van construyendo un árbol genealógico para determinar que esa persona es heredera del fallecido.
La búsqueda de datos y otros bienes
El trabajo lleva su tiempo y sus gastos, porque además de determinar si es el heredero legal, también se trata de ver si hay otros bienes en el camino.
"Tener genealogistas nos proporciona la ventaja de remontarnos siglos atrás en el árbol genealógico. El fallecido más antiguo del que hemos tratado la herencia era de 1830", aseguran en el Grupo Hereda.
Beatriz García, investigadora de este bufete, señaló al canal La Sexta que "las principales fuentes de información son las administraciones de fincas, inmobiliarias, vecinos y conserjes". Claro que cada uno de ellos recibe una parte del botín si suministra datos relevantes.
Entre los investigadores hay genealogistas
En todo este proceso los abogados no cobran nada, excepto si hay gastos extras. Por ejemplo, si tienen que viajar a otro país por cuestiones de residencia del fallecido, eso se descuenta de la herencia.
"Se han dado casos en que hemos tenido que viajar a países de Europa, y el cliente ha decidido abandonar por los gastos del proceso", afirma García.
Una vez determinado que es el heredero y el monto que recibirá, se le llama para darle la buena noticia de que obtendrá una pequeña fortuna, que puede incluir propiedades y dinero en efectivo. La firma se queda con un 30% de todo.
Si no hay heredero legal, también hay ganancias. Jesús Blanco, del bufete Blan&Co Abogados, explica que en esos casos aún hay una última opción de negocio que implica comunicar la herencia al Estado. Esto también conlleva una gratificación.
Los abogados investigadores aseguran que hay dificultades en el proceso de búsqueda, pero los clientes terminan conformes porque siempre obtienen algún resultado económico.
De hecho, dicen, el negocio está muy activo porque hay innumerables herencia sin resolver todavía en el país.
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