La decisión de Estados Unidos de suministrar estos poderosos misiles a Ucrania hizo que Putin cambiara su doctrina nuclear.
Un sistema de lanzamiento de misiles ATACMS
Los poderosos misiles de largo alcance ATACMS que Estados Unidos le esta suministrando a Ucrania se convirtieron en un elemento controvertido en el conflicto entre Rusia y Ucrania. La primera reacción del líder ruso Vladimir Putin fue modificar su doctrina nuclear para facilitar una respuesta rápida.
La polémica surge porque estos misiles le ofrecen a Ucrania la capacidad de atacar posiciones estratégicas mucho más allá de sus fronteras inmediatas, golpeando infraestructuras críticas y alterando las líneas de suministro rusas.
Biden reforzó la ayuda a Ucrania antes de que asuma Trump
En realidad, hace cerca de un año que Washington le está proporcionando a su aliado los misiles, pero nunca le permitió que los usara dentro de territorio ruso.
Esta semana, a poco de dejar el poder y entregar el mando al republicano Donald Trump, el presidente Joe Biden dio un giro y autorizó a Ucrania a usarlos más allá de su frontera.
Lo hizo luego de que el Ejército ruso recurriera a soldados de Corea del Norte para avanzar en el frente ucraniano. Washington consideró que esa decisión era una escalada del Kremlin.
Ahora es Putin quien afirma que permitirle a Ucrania usar ATACMS es un involucramiento directo de Occidente. Sostuvo que cualquier acción sobre su territorio con estos misiles los considerará un acto bélico de Estados Unidos.
Este lunes, Ucrania lanzó seis ATACMS sobre la región rusa de Bryansk, lo que agravó sensiblemente la tensión entre Moscú y Washington.
Cómo son los ATACMS y cuál es su alcance
El Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS, por sus siglas en inglés) son de largo alcance, lo que le permite golpear mucho más atrás de la línea del frente.
La intención de Ucrania es poder destruir depósitos de municiones, bases militares y cuarteles generales donde se concentren tropas rusas.
Los ATACMS tienen un rango de ataque de hasta 300 km
Fabricados por la compañía Lockheed Martin, utilizan un propulsor de combustible sólido. Miden cerca de 4 metros de largo y vuelan a velocidades supersónicas, lo que los deja fuera del campo de deteccion de los radares.
Son capaces de alcanzar blancos hasta 300 km de distancia, con una ojiva que carga 227 kilos de explosivos o municiones racimo, que se abren sobre el objetivo y dispersan cientos de minibombas sobre una zona amplia.
Se pueden disparar desde una plataforma de lanzamiento múltiple de cohetes (MLRS) o desde un Sistema de Misil de Artillería de Alta Movilidad M142 (conocido como HIMARS).
¿Pueden cambiar el curso de la guerra contra Rusia?
Desde hace tiempo el presidente ucraniano Volodimir Zelenski viene reclamando estos misiles. El objetivo es alterar el equilibrio de poder actual, ya que Rusia está mejor equipada.
La intención del Ejército ucraniano es usar los ATACMS contra bases aéreas, depósitos de suministros y centros de comunicación a cientos de kilómetros de la frontera, y así neutralizar el poder aéreo de Rusia.
Si lo consiguen, obligarán a las fuerzas de Putin a replegarse, lo que les complicará la ofensiva montada en los últimos meses.
Con estos misiles, Ucrania puede complicarle la ofensiva a Rusia
Para la mayoría de los analistas, los misiles son un elemento importante, aunque no alterarán significativamente el escenario actual de la guerra.
Incluso algunos señalan que Rusia ya desplazó hacia otros lugares una gran cantidad de tropas, blindados y municiones, dejándolos fuera del alcance de los ATACMS.
De todas maneras, los nuevos misiles podrían darle a Ucrania algo de ventaja en este crítico momento, donde las tropas rusas comenzaron a avanzar nuevamente.
“No creo que sea decisivo. Sin embargo, es una muy esperada decisión simbólica de involucrarse más y demostrar el apoyo militar para Ucrania”, señaló una fuente diplomática occidental a la BBC Mundo.
También hay un efecto colateral de la decisión tomada por Biden. Ucrania espera que países como Reino Unido y Francia, que hasta ahora fueron reacios, sigan a Estados Unidos y le permitan usar los misiles “Storm Shadow” dentro de Rusia.
Se trata de misiles crucero de largo alcance y con una capacidad similar a los ATACMS, pero fabricados por firmas franco-británicas.
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