Desapareció hace 26 años: un vecino lo tenía secuestrado en un sótano
Ocurrió en Argelia y se cree que fue por una herencia familiar. Tenía 17 años cuando lo capturaron. Su familia creía que había muerto.
La increíble historia de Omar Bin Omran, un argelino desaparecido durante la sangrienta guerra civil de ese país africano y que se creía muerto, llamó la atención mundial porque esta semana lo encontraron vivo en el sótano de un vecino. Estuvo 26 años secuestrado.
El extraño hecho ocurrió en la ciudad de Djelfa, en el norte de Argelia. Según revelaron las autoridades policiales, Omar estaba a tan solo 200 metros de su hogar, en un agujero cubierto de heno. Había sido secuestrado en la adolescencia, con sólo 17 años, y ahora tiene 45.
Todos estaban asombrados de que este hombre haya pasado la mayor parte de su vida de esa manera, y tan solo a dos cuadras de la vivienda de sus familiares.
El autor del secuestro fue arrestado, y ahora la policía está tratando de determinar todos los detalles de lo ocurrido. Según trascendió, habría sido por un problema de herencia.
Guerra y desaparición
Omar Bin Omran desapareció en 1997, cuando Argelia se hallaba en uno de los momentos más críticos de la guerra civil que dividió al país y dejó casi 200.000 muertos.
Grupos islamistas se enfrentaron al gobierno de tendencia socialista en un conflicto que agudizó la polarización y paralizó a toda Argelia, una excolonia francesa que debatía cómo salir de la crisis económica utilizando sus ricos yacimientos petroleros.
Un importante sector social veía con alarma el crecimiento de sectores ultraislámicos, que basaban sus reclamos en la pobreza y el malestar de la población.
La violencia era cotidiana en las calles, con cadáveres por todos lados. En este escenario desapareció Omar. Lo último que se supo de él es que había sido visto caminando hacia un centro educativo cercano a su vivienda.
Ante la ferocidad del conflicto y el desorden social que había en el país, su familia creyó que había sido víctima de un enfrentamiento.
Sin embargo, al no encontrar el cadáver, algunos familiares continuaron la búsqueda. Especialmente su madre, que tenía la esperanza de hallarlo con vida. Pero ella murió hace diez años, sin poder ver nuevamente a su hijo.
El inesperado hallazgo
Los secretos siempre se revelan en algún momento, como ocurrió en este caso. Hace una semana, el hermano del secuestrador decidió contar en las redes sociales el conflicto familiar alrededor de una herencia.
Allí explicó que había una disputa entre los integrantes de su familia por la propiedad de un inmueble, cuya dirección difundió. Los familiares de Omar creyeron ver ahí una pista y dieron aviso a la policía.
Cuando los agentes allanaron esa vivienda, se encontraron con el horror. Omar estaba en un pozo de heno, con tupida barba de largos años y ojos temerosos.
Tres décadas de encierro habían cambiado totalmente al adolescente que su familia recordaba. Era una persona muy diferente y aterrorizada.
Quién es el autor del secuestro
El responsable del secuestro fue identificado por la Justicia sólo por sus siglas, BA. También se supo que tiene 61 años y que durante el allanamiento policial intentó huir, pero fue capturado.
De acuerdo al diario El Khabar, el hombre llevaba una vida normal, disimulando absolutamente la atrocidad que estaba cometiendo con su vecino.
Era conserje en la municipalidad de El Guedid y también en Djelfa. En ambos lugares trabajaba sin despertar sospechas.
Las autoridades judiciales esperan interrogarlo en profundidad para que explique una serie de detalles de este incomprensible episodio.
Qué contó Omar
La historia que relató Omar a los agentes y al fiscal es llamativa y extraña. Hay muchos vacíos que no supo explicar, posiblemente por tantos años de brutal cautiverio. Las personas que lo vieron señalaron que estaba muy afectado.
Según dijo, en algunos momentos podía ver pasar a sus familiares desde su prisión subterránea, pero nunca pudo pedir ayuda. Una “fuerza apremiante" en su interior se lo impedía.
El motivo, sostuvo en el confuso relato, fue “un hechizo” que le hizo el secuestrador para mantenerlo en silencio. En esa región argelina hay muchas creencias populares de encantamientos y hechizos que aún se mantienen, así que no resultaba extraño.
Lo raro es que se lo creyera hasta tal punto que no pudo pedir ayuda, pese a que estaba en un lugar por donde pasaba gente. El hombre, explican las autoridades, estaba aterrorizado por su captor.
Desde su liberación, Omar recibe atención médica y psicológica. Físicamente está bien, pero emocionalmente se halla muy afectado. Los especialistas creen que llevará mucho tiempo hasta que se recupere del trauma sufrido.
D.V.
Te puede interesar...
Lo más leído
Dejá tu comentario