Dominique Pélicot, quien drogaba a su esposa para que otros la violaran, contó que él mismo fue abusado de niño. El caso que conmueve a Francia.
En medio de una profunda conmoción en Francia, Dominique Pélicot, el hombre que drogaba a su esposa para que otros la violaran, ha sacudido a la nación con su espeluznante confesión durante el juicio por los crímenes que se le atribuyen. “Soy un violador, como todos los acusados en esta sala”, dijo con total tranquilidad.
Esta es la primera declaración de Pélicot desde que comenzó el juicio a principios de este mes, ya que antes no lo pudo hacer porque estuvo enfermo.
El hombre, de 71 años y protagonista de uno de los casos criminales más oscuros de la historia reciente de Francia, está acusado de dopar a su esposa Gisele para que someterla y permitir que decenas de desconocidos pudieran abusar de ella en su casa en Mazan, una pequeña ciudad en el sur francés.
"No lo merecía", dijo Pélicot respecto a los abusos contra su exesposa
Sólo se emocionó en un momento, cuando se refirió al sufrimiento de su esposa. “No lo merecía”, dijo con voz temblorosa. Y señaló que tuvo una infancia muy traumática, tratando de justificar sus acciones.
“Me arrepiento de lo que hice y pido perdón, aunque sea imperdonable”, agregó. Desde las gradas del tribunal, su exmujer lo miraba con desprecio.
La traumática infancia del acusado
Ante el estrado judicial, y tratando de encontrar justificativo a los delitos sexuales que cometió, Péricot explicó que vivió una infancia que lo marcó y lo afectó seriamente.
Primero contó entre lágrimas que a los 9 años lo violó un enfermero cuando tuvo que ir a un hospital, y que luego, a los 14 años, fue obligado a participar en una violación grupal. “Uno no nace pervertido, uno se vuelve pervertido”, afirmó.
Afirmó que fue violado a los 9 años por un enfermero
También relató un hecho sumamente traumático cuando sus padres adoptaron una niña en la familia. Él, señaló, fue testigo del comportamiento abusivo de su padre hacia la nena.
“Mi padre solía hacer lo mismo (qué él hizo con su esposa) con la niña”, dijo. “Después de la muerte de mi padre, mi hermano dijo que los hombres solían venir a nuestra casa”, agregó.
Abrumado por la situación, Péricot explicó que a los 14 años le preguntó a su madre si podía irse de la casa, pero “ella no me dejó”, sostuvo. “Realmente no quiero hablar de esto, simplemente me avergüenzo de mi padre. Al final, no lo hice mejor”, remarcó.
“De mi juventud, solo recuerdo conmociones y traumas, olvidados en parte gracias a ella (su esposa). No se lo merecía, lo reconozco”, insistió entre lágrimas.
Un caso perturbador
El juicio contra Dominique Pélicot es uno de los más perturbadores que vivió Francia. Los fiscales reconstruyeron el caso después de que el hombre fuera arrestado en septiembre de 2020 por filmar a mujeres por debajo de sus polleras en un supermercado.
En ese momento, la policía confiscó su celular y su computadora y descubrió un primer lote de videos y fotos, que llevaron a su arresto en noviembre por delitos más amplios.
Hay 50 hombres acusados de abusar y violar a Gisele
En total, la policía descubrió más de 20.000 videos y fotografías en las computadoras y discos duros de Pélicot, muchos de ellos fechados y etiquetados, en una carpeta titulada “abuso”.
Así descubrieron que Dominique drogaba a su esposa y arreglaba con otros hombres para que fueran a su casa y abusaran de ella. Hay 50 acusados de este delito en el juicio.
Como muchos argumentaron que no era un delito porque su esposo lo permitía, Pélicot dijo en el tribunal que son tan violadores como él mismo. “Lo sabían todos, no pueden decir lo contrario”, afirmó.
“Todos sabían el estado de Gisele desde antes de su llegada. Vinieron a buscarme. Me lo pidieron, dije que sí y aceptaron. No esposé a nadie para obligarlos a venir a mi casa”, enfatizó.
La exesposa, Gisele, describió a Dominique como el amor de su vida. Se conocieron a los 19 años y pronto se casaron. Tuvieron tres hijos y siete nietos. Nadie se dio cuenta de lo que pasaba hasta que la policía reveló los videos.
La propia Gisele no se acordaba al día siguiente de los aberrantes hechos que había vivido. Se sentía mal, pero creía que era producto de alguna enfermedad.
“Nunca podría haber imaginado ni por un solo segundo que él podría cometer estos actos de violación. Tenía total confianza en este hombre”, explicó.
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