Irán promete venganza ante el letal ataque de Israel contra altos jefes iraníes en Siria

El letal ataque de Israel contra el consulado iraní en Siria de este lunes, que mató a siete altos jefes de la Guardia Revolucionaria Islámica que estaban en una reunión secreta de inteligencia, puede ser la escalada más peligrosa en la región tras la invasión a la Franja de Gaza.

Según el embajador iraní en Siria, dos aviones caza F-35 dispararon misiles contra el edificio de la embajada iraní en Damasco, la capital siria, y el edificio adyacente.

Siete funcionarios del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) murieron en el ataque, incluidos los altos comandantes iraníes Mohammed Reza Zahedi y Mohammad Hadi Haji Rahimi, según un comunicado de las autoridades iraní.

El edificio del consulado iraní en Damasco, totalmente destruido

El edificio del consulado iraní en Damasco, totalmente destruido

SANA

"Esta es quizás la primera vez que el régimen sionista se permite atacar un edificio oficial de la embajada de la República Islámica de Irán, que tenía la bandera de la República Islámica izada en lo alto", afirmó.

El embajador iraní en Damasco, Hossein Akbari, advirtió que el ataque de Israel iba "contra todas las leyes internacionales" y que habrá “una repuesta decisiva” por parte de la República Islámica.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Nasser Kanaani, fue más contundente. "Irán se reserva el derecho de tomar medidas recíprocas y decidirá el tipo de respuesta y castigo contra el agresor", afirmó, según la agencia iraní Fars News.

Mohammad Reza Zahedi, comandante de las Fuerzas Quds en Siria, murió en el ataque israelí.

Mohammad Reza Zahedi, comandante de las Fuerzas Quds en Siria, murió en el ataque israelí.

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Cómo fue el ataque

Si bien oficialmente el gobierno israelí no dio detalles, trascendió en medios de ese país que la operación estuvo a cargo de las Fuerzas de Defensa Israelíes, quien utilizó dos aviones de combate F-35 para lanzar unos seis misiles contra el edificio.

De acuerdo a las autoridades sirias, sus sistemas defensivos interceptaron algunos, pero varios dieron en el blanco, destruyendo el edificio donde se estaba realizando una reunión de inteligencia de la Guardia Revolucionaria con importantes jefes del movimiento libanés Hezbollah.

Desde que comenzaron los ataques de Israel contra Hamás en Gaza, Hezbollah apoyó a los palestinos con continuos lanzamientos de misiles sobre el norte israelí. Pero hasta ahora evitó una confrontación directa con Israel.

Hezbollah es un movimiento islámico libanés que cuenta con varias bases militares en Siria, donde opera libremente con logística iraní y respaldo del régimen sirio de Bashar al Assad.

La peligrosidad del ataque

Los analistas coinciden en que este ataque en Damasco puede ser la operación más peligrosa lanzada por Israel, dada las consecuencias que puede acarrear. Despertó la furia de la República Islámica y por lo tanto se cree que habrá una réplica.

Uno de los militares iraníes muertos, Mohammed Reza Zahedi, era jefe de la Fuerza Quds, el ala de inteligencia de la Guardia Revolucionaria que lleva a cabo las operaciones especiales contra otros países.

De acuerdo a fuentes citadas por el diario israelí Ynets, bajo el mando de Zahedi se aprobaron los planes para dirigir los recursos de combate iraníes a Siria y el Líbano, y el edificio que fue blanco del ataque de Israel sirvió como centro de mando militar para las fuerzas iraníes locales.

Zahedi, según la inteligencia israelí, también participó en la planificación de operaciones terroristas dentro de Israel y fue el encargado de supervisar el sistema de defensa aérea de Irán en Siria.

El Centro de Investigación y Estudios Científicos de Siria, describe a Zahedi como una figura militar “con mucha experiencia”, ya que estuvo al mando de la Guardia Revolucionaria durante la guerra Irán-Irak en la década de 1980 y dirigió sus fuerzas terrestres y aéreas.

Es el general de mayor rango asesinado desde la muerte de Qasem Soleimani, el anterior jefe de las Fuerza Quds, abatido por drones estadounidenses en enero de 2020 en Bagdad, Irak.