La medida, que generó controversia, fue defendida por el presidente Gustavo Petro como una estrategia para enfrentar el poder de los narcotraficantes.
Bajo la presión del significativo aumento de la producción de cocaína en el país, que luego inunda los mercados del narcotráfico internacional, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció que el Estado comprará a partir de ahora toda la cosecha de hoja de coca que obtienen los campesinos del suroeste del país.
La medida generó mucha polémica en un país dividido políticamente y muy sensibilizado por el peso de las organizaciones de narcotraficantes.
El Estado comprará la cosecha de coca de los campesinos de Cauca
Petro dijo que comprará la coca del departamento del Cauca, una región violenta donde en las últimas semanas fue escenario de enfrentamientos entre el Ejército y grupos armados dedicados al tráfico de cocaína.
“Nosotros en El Plateado vamos a iniciar la compra estatal de cosecha de coca. Me van a caer rayos y centellas, pero si no cambiamos los métodos, pues no cambiamos, porque si vamos a repetir lo mismo con los mismos instrumentos todos sabemos que no se solucionan los problemas”, argumentó el mandatario para justificar la decisión.
Cauca, centro del narcotráfico
En la zona de Cauca está ubicada en un nudo cordillerano andino, y está surcada por dos grandes ríos. Su espesa selva tropical lluviosa y la salida al océano Pacífico la convierten en una región ideal para el narcotráfico.
Allí opera uno de los grandes carteles del narcotráfico colombiano, el Estado Mayor Central (EMC), brazo principal de la disidencia de las FARC, la organización guerrillera que se había desmovilizado tras el histórico acuerdo de 2016.
En Cauca opera el EMC, grupo narco de la disidencia de las FARC
El Plateado, un pueblo del suroeste del país ubicado en la región del Micay, viene siendo escenario de sangrientos choques entre las milicias ilegales y efectivos del Ejército.
El EMC es muy poderoso y cuenta con armamento de todo tipo. Hace pocas semanas, cuando el Ejército intentó ingresar en la zona, no sólo lo atacaron con armas convencionales sino también con drones suicidas.
Los expertos señalan que ese pueblo está en una vía clave para el narcotráfico porque es un paso de la ruta de la droga que sale de Colombia por el Pacífico.
Esa droga viaja hacia México y luego a Estados Unidos y Europa, mercados que dan mucha más ganancia.
Fuerte aumento de la producción de cocaína
El mismo día que Petro hizo el anuncio, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, por las siglas en inglés) publicó su informe anual que indica que en 2023 los cultivos de coca crecieron un 10% en Colombia.
De acuerdo a esa investigación, la siempre de coca alcanzó las 253.000 hectáreas, mientras que la producción específica de cocaína aumentó un 53%.
En 2010, el cultivo de coca creció un 10% en Colombia
De acuerdo con el reporte, el año pasado el país pudo producir 2.664 toneladas de clorhidrato de cocaína pura, el doble del dato de cinco años antes.
Uno de los aspectos más alarmantes del informe es que, aproximadamente el 48% de las áreas de cultivo de coca están ubicadas en zonas de manejo especial, como parques nacionales y protección indígenas.
Luis Felipe Cruz, investigador sobre asuntos de drogas de la organización Dejusticia, explica al diario El País que se está produciendo más droga porque “el mercado ilegal ha sido un motor de innovación para que los campesinos maximicen sus beneficios”.
Las dudas sobre la política de Petro
El presidente colombiano argumenta que su plan consiste en sustituir las economías ilícitas por créditos que le permitan al campesino producir otros cultivos.
“Al campesino del Micay le vamos a comprar sus cosechas de coca mientras aparece la economía lícita. En todas las zonas más pobres y excluidas de Colombia no llega el crédito a los campesinos porque a los pobres no les llega el crédito”, afirma.
Para el mandatario, los campesinos “siembran hoja de coca porque no hay otra posibilidad en esa región, porque el Estado nunca ha estado allí para ayudar”.
La estrategia oficial choca con el poder de los carteles del narcotráfico
El gobierno está proponiendo que los campesinos tomen los créditos y cultiven café en lugar de coca. Pero para los expertos esto es inviable.
El café, explican, demora alrededor de tres años en dar sus primeras cosechas, un tiempo muy largo para la supervivencia cotidiana del campesino. En contraste, la coca tiene un ciclo de cosecha mucho más corto, de unos seis meses, y se paga muy bien.
La estrategia oficial choca también con el poder de los carteles del narcotráfico, que dominan la región. Son los que hacen fluir el dinero y por lo tanto marcan las reglas.
Se cree que en el último año la producción de cocaína en Colombia dejó una ganancia de 25.000 millones de dólares, una cifra realmente alarmante.
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