El presidente electo del país del norte designará al hombre más rico del mundo en un cargo similar al ministerio recientemente creado en Argentina por Javier Milei.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes que designará al magnate empresarial Elon Musk para encabezar el novedoso Departamento de Eficiencia Gubernamental, cuyo objetivo será optimizar el funcionamiento del gobierno y reducir los gastos innecesarios. Musk, dueño de Tesla y SpaceX y actualmente la persona más rica del mundo, estará acompañado en esta tarea por Vivek Ramaswamy, empresario y excandidato presidencial republicano en la interna con el propio Trump.
El anuncio sorprendió tanto por la naturaleza del nuevo departamento como por la figura que eligió para liderarlo. Según el comunicado, el objetivo principal del Departamento de Eficiencia Gubernamental será “reducir la burocracia gubernamental, disminuir las regulaciones excesivas y reestructurar las agencias federales”. Trump definió esta misión como parte esencial de su movimiento “Salvar a Estados Unidos”.
El Departamento será conocido por sus siglas en inglés como “DOGE”, una aparente referencia a la criptomoneda Dogecoin, a la que Musk ha apoyado públicamente. En redes sociales, Musk manifestó su entusiasmo, señalando que todas las acciones de DOGE serán publicadas en línea para asegurar “la máxima transparencia”. Además, en su característico tono provocador, Musk prometió una lista de los gastos públicos “más increíblemente tontos”, invitando al público a participar activamente en el monitoreo del gasto del gobierno.
"Un enfoque empresarial para el gobierno"
Trump sostuvo que esta iniciativa buscará aplicar “un enfoque empresarial” a la gestión gubernamental, dotando a Musk y Ramaswamy de la autoridad para realizar cambios estructurales en el gasto federal. Comparando la misión de DOGE con el histórico “Proyecto Manhattan” – el programa estadounidense de desarrollo de la bomba atómica–, el presidente electo resaltó la importancia de este esfuerzo como un pilar de su próxima administración.
Aún no se confirmó como será la estructura exacta que tomará este nuevo departamento, aunque se espera que opere en un rol de asesoría externa. En palabras de Trump, el DOGE “brindará orientación y asesoría desde fuera del gobierno” con el fin de reestructurar las prácticas del Estado bajo una óptica empresarial. El presidente electo fijó como plazo máximo el 4 de julio de 2026, con la intención de culminar esta reorganización antes del Día de la Independencia de ese año.
Desde su cuenta en la red social X, Musk compartió detalles adicionales sobre el enfoque de transparencia que planea adoptar. “Cada vez que el público crea que estamos reduciendo algo importante o no estamos cortando lo que es un desperdicio, ¡háganoslo saber!”, escribió el empresario, invitando a los ciudadanos a colaborar en el control de los gastos. Además, Musk sugirió que su equipo clasificará los gastos más cuestionables, proponiendo una lista pública que, en sus palabras, resultará “extremadamente trágica y entretenida”.
El apoyo clave de Musk en la campaña de Trump
La relación entre Musk y Trump se fortaleció notablemente en los últimos meses de la campaña electoral. Musk, quien tradicionalmente se había mantenido al margen de la política partidaria, brindó un respaldo significativo a la candidatura de Trump después de un intento de atentado contra el entonces candidato republicano durante un evento en Pensilvania en julio. Este suceso marcó un cambio en la actitud de Musk, quien desde entonces mostró un apoyo abierto y decidido hacia Trump, incluyendo una donación de 200 millones de dólares a su campaña.
En las últimas semanas previas a las elecciones, Musk puso en marcha una campaña destinada a incentivar el voto en estados en disputa, que incluía un incentivo económico de un millón de dólares diarios, distribuido entre ciudadanos que se registraran para votar. La medida fue impugnada legalmente, aunque luego la demanda fue desestimada. Esta y otras estrategias de Musk en apoyo a Trump no solo generaron controversia, sino también un fuerte impacto en las acciones de sus empresas. Desde el anuncio de la victoria republicana, tanto Tesla como SpaceX han visto un alza significativa en el valor de sus acciones, incrementando aún más la fortuna de Musk.
Este apoyo público y financiero de Musk a Trump plantea ciertas preocupaciones sobre posibles conflictos de interés, considerando que SpaceX y Tesla han sido beneficiarias de importantes contratos con el gobierno federal. Analistas políticos y económicos advirtieron que la cercanía entre Trump y Musk podría intensificar este tipo de relaciones en el futuro, especialmente si el DOGE decide impulsar reformas que impacten las regulaciones en sectores como el tecnológico y el aeroespacial.
Para Trump, la elección de Musk representa una apuesta por una visión de gobierno alineada con la cultura de Silicon Valley y la eficiencia corporativa, alejándose de los modelos tradicionales de gestión pública. Ramaswamy, el otro líder del DOGE, también ha defendido esta perspectiva, promoviendo un rol más limitado del Estado y cuestionando la intervención gubernamental en la economía.
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