Creó la mayor plataforma de comercio electrónico de Rusia, y se enfrentó a su esposo por el control de la firma. Un mal divorcio, que terminó a los tiros.
Tatyana Bakalchuk ha logrado lo que pocos, en Rusia, especialmente en un momento crítico por la guerra en Ucrania: convertirse en la mujer más rica del país, construyendo un imperio desde cero. Sin embargo, su ascenso a la cima del mundo empresarial no fue nada fácil y derivó recientemente en un violento enfrentamiento con su esposo, Vladislav Bakalchuk.
A través de su compañía Wildberries, Tatyana ha revolucionado el comercio electrónico en Rusia, dejando una huella que se extiende más allá de sus fronteras y convirtiéndose en una multimillonaria.
Su fortuna se estima en 8.100 millones de dólares
Amasó una fortuna de 8.100 millones de dólares, pero no pudo evitar un mal divorcio y un duro enfrentamiento con su esposo por el control de la compañía que terminó en un tiroteo en pleno Moscú.
Madre de siete hijos, Tatyana se las arregló para enviar a su marido a prisión y continuar con el negocio pese a la guerra de Rusia con Ucrania.
De profesora a millonaria en Rusia
Tatyana nació en Moscú en 1975, hija de inmigrantes coreanos que se establecieron en Rusia en busca de mejores oportunidades.
Su carrera no comenzó en el mundo empresarial, sino como profesora de inglés, un trabajo que ejercía mientras cuidaba a su primer hijo.
A pesar de su formación académica, Tatyana estaba decidida a encontrar una forma de complementar los ingresos familiares. Así nació Wildberries en 2004, un proyecto que comenzó en la sala de su casa.
Wildberries empezó como un comercio por Internet que ofrecía ropa de catálogo importada de Alemania, algo que era muy novedoso en ese entonces.
En una plataforma de Internet, vendía ropa importada de Alemania
Tatyana aprovechó la creciente demanda de productos occidentales en Rusia, particularmente en un momento en que el comercio electrónico era prácticamente inexistente.
La plataforma atrajo rápidamente a una clientela ansiosa por acceder a productos extranjeros sin los altos costos y complicaciones de las importaciones directas.
A lo largo de los años, Wildberries ha crecido exponencialmente, convirtiéndose en una de las mayores plataformas de comercio en línea de Europa del Este.
Tatyana, conocida por su discreción en los medios, fue el cerebro detrás de este crecimiento. Su habilidad para identificar nichos de mercado, expandir su catálogo y ofrecer precios competitivos la convirtió en una empresaria formidable.
Hizo algo novedoso. Ofreció una experiencia de usuario eficiente, con una red de puntos de recogida y entrega que permitía a los clientes probarse la ropa antes de comprarla, un concepto que desafió las normas tradicionales del comercio electrónico. Esta innovación atrajo a millones de usuarios en Rusia y más allá, consolidando su dominio en el sector.
La difícil relación de Tatyana con su esposo
Aunque Tatyana es la figura pública de Wildberries, su esposo, Vladislav Bakalchuk, ha jugado un papel crucial en la expansión de la compañía. Ingeniero de formación, Vladislav se unió al proyecto poco después de su fundación y ha trabajado en segundo plano, manejando aspectos técnicos y logísticos.
Sin embargo, en los últimos años, se ha hablado de una creciente tensión entre la pareja. Vladislav comenzó a cuestionar algunas de las decisiones estratégicas de Tatyana.
Su marido quiso tomar el control de la compañía
Los rumores de una pelea empresarial entre ambos surgieron en 2022, tras el inicio de la guerra en Ucrania y cuando Vladislav intentó tomar un papel más visible en la compañía.
Según fuentes cercanas, las diferencias giraban en torno a la dirección futura de Wildberries y la expansión hacia nuevos mercados internacionales, como Europa Occidental y América Latina.
Tatyana, quien siempre había mantenido el control absoluto de las decisiones estratégicas, se mostró reacia a ceder terreno, y pactó un acuerdo con Russ, un fuerte grupo empresarial ruso.
Todo esto lo hizo con previos acuerdos con el gobierno de Vladimir Putin.
Un tiroteo y dos muertes
En julio pasado, ambos anunciaron el divorcio y la división del impero. Pero no se pusieron de acuerdo y todo terminó violentamente.
En septiembre, Vladislav y un grupo de chechenos intentaron apoderarse violentamente de la sede de la empresa en Moscú. El equipo de seguridad de Tatyana repelió el ingreso y hubo un feroz tiroteo a pocas cuadras del Kremlin.
Vladislav quiso copar la sede de la empresa con un grupo armado
La disputa finalizó con dos muertos, ocho heridos y más de 30 detenidos. El escándalo inundó los diarios rusos.
“Hago un llamamiento público a las fuerzas del orden para que asuman el control de esta situación”, dijo Tatyana en una publicación de Telegram, donde acusó a su esposo de intentar tomar por asalto las oficinas.
Vladislav terminó detenido, aunque luego lo liberaron. De todas maneras, enfrenta un proceso judicial que le iniciaron por intento de asesinato.
Tatyana, que demostró una notable fortaleza para situaciones difíciles, sigue dirigiendo su empresa.
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