Las provincias de Neuquén y Río Negro mostraron ayer posiciones contrapuestas respecto del levantamiento de la barrera sanitaria y la posibilidad de que la región cuente con el ingreso de carne con hueso.
NEUQUÉN
Las provincias de Neuquén y Río Negro mostraron ayer posiciones contrapuestas respecto del levantamiento de la barrera sanitaria y la posibilidad de que la región cuente con el ingreso de carne con hueso.
El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, rechazó cualquier posibilidad de ingreso de asado con hueso a la región patagónica desde el norte de la barrera sanitaria y aseguró que una medida de este tipo "no asegura una baja en el costo de la carne, pero en cambio afectará negativamente a todo el complejo ganadero".
Ante un proyecto presentado días atrás en la Cámara de Diputados de la Nación, el mandatario rionegrino llamó a defender los logros obtenidos en materia ganadera a nivel provincial y regional, como resultado "de años de inversión en materia de sanidad, el impulso a las mejoras en genética a través del fomento de las exposiciones de reproductores, así como las nuevas técnicas con el engorde a corral".
Contrario a esto se mostró el ministro de Producción y Turismo de Neuquén, José Brillo. "Nosotros no podemos impedir que entren papas, por ejemplo, entonces no podemos impedir tampoco que entre la carne con hueso", dijo, a la vez que solicitó que se decida el ingreso o no por razones técnicas y no políticas.
"La verdad es que a la provincia entran huevos y pollos de muchos lugares. A mí me gustaría, por ejemplo, cerrar las barreras y decir que acá no entran más hortalizas y las empezamos a producir nosotros. Eso no se puede hacer", afirmó Brillo.
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