En Neuquén, los partidos se vieron en el cine, por lo que rápidamente se vendieron las entradas para ver los encuentros en pantalla grande.
Había tantas expectativas con el campeonato de fútbol que comenzaba ese día como con la transmisión que realizaría la televisión pública. Y no era para menos. Por primera vez, la televisión argentina realizaría una transmisión en colores, aprovechando el comienzo del Mundial 1978 que se jugaría en el país.
Había expectativa, pero solo para quienes tenían la posibilidad de ir a ver el espectáculo al cine, lugar elegido para la transmisión de los encuentros.
Hoy se cumplen 45 años de aquella televisación que marcó un punto de inflexión en la historia de los medios de comunicación.
Igual que en todo el país y con muchos días de antelación, en Neuquén se pusieron a la venta las entradas para ver la ceremonia inaugural y para el primer partido que protagonizarían Alemania Federal (el último campeón) y Polonia. Pese a que el choque de europeos prometía un gran espectáculo, el encuentro por el Grupo 2 terminó igualado sin goles.
Sin embargo, lo más interesante de aquel día fue la ceremonia para abrir el campeonato, en la que participaron centenares de jóvenes que, con una sincronización perfecta, formaron dos brazos con los colores de Argentina que encerraban una pelota de fútbol, la palabra “Argentina 78”, entre otras coreografías y bailes que se ensayaron durante meses.
La transmisión oficial comenzó en horas del mediodía y duró 75 minutos para la alegría de unas 70.000 personas que colmaron el estadio de River. Luego se disputó el primer partido. No obstante, los recuerdos mundialistas de la inmensa mayoría de los argentinos quedaron en blanco y negro.
En plena dictadura militar, las autoridades habían vendido los derechos de la televisación a color a todo el mundo, aunque en la Argentina todavía se estaban realizando las pruebas correspondientes.
Se estima que en el país había en aquel entonces unos 250.000 televisores a color (que tenían un costo de 500 dólares) y que muy pocos aparatos eran compatibles con el nuevo sistema. Por eso, casi todo el país vio los partidos en la gama de los grises. Solo algunos privilegiados lograron ver la final en la comodidad de sus hogares.
Tuvieron que pasar dos años más hasta que finalmente el 1° de mayo de 1980 se comenzó formalmente la era de la televisión cromática, a través de un programa especial que se realizó en forma conjunta entre Argentina Televisora Color (ATC) y Canal 13, con la conducción de Fernando Bravo y Pinky.
La televisación para el mundo sí se hizo en colores
La transmisión en colores del Mundial de Fútbol de 1978 fue solo para países extranjeros y para una selecta propuesta llamada Gran TV Color, que funcionó en cines, teatros y otros sitios ubicados fuera del hogar. “Con un precio de entrada elevado, solo fue consumida por algunos miles de personas. Mientras que en el exterior se calcula que fue visto en directo por 1500 millones”, recordó el periodista Daniel Badenes, en un artículo titulado “Espejitos de colores”, donde cuenta todos los detalles de la organización, los costos que tuvo la competencia internacional y la fuerte propaganda impulsada por la dictadura militar que encabezaba Jorge Rafael Videla.
De los 520 millones de dólares que se estima que costó el Mundial, 70 fueron para el Centro de Producción de A78TV (encargado de la transmisión) y todo su equipamiento.
Te puede interesar...
Lo más leído
Dejá tu comentario