La Provincia analiza esta posibilidad para administrar mejor el uso de este recurso. Buscan la forma para financiar a instalación.
Existe la posibilidad concreta de que el gobierno provincial sume nuevas estrategias a su programa "Chau derroche", concebido para sembrar conciencia (entre la población de Neuquén) respecto de los perjuicios que implica, literalmente para todos, el mal uso de las energías, que tanta inversión y esfuerzo insumen. El agua es una de ellas.
El problema del agua es muy serio, especialmente en épocas de sequía y de temperaturas extremas como las que, lamentablemente, se padecen. Se asegura que en los organismos del Estado hay carpetas con propuestas que están bajo análisis. Prematuro, dirán algunos. Avanzados, responderán otros.
Una de las posibilidades es la implementación de una línea para que los vecinos puedan realizar denuncias anónimas. Si se constata el derroche podría haber un apercibimiento o advertencia. Y si el derrochón persiste en su inconducta podría haber una sanción o multa.
Aún no está decidido, pero es materia de debate y, en verdad, lógica no le falta. Como así tampoco le falta a la otra propuesta. La que propone instalar medidores de agua, cuyo costo podría llegar a financiarse en la factura del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) o a través del Banco de la Provincia del Neuquén (BPN). Esto también suena razonable. Es más, infinidad de usuarios lo consideran justo, por lo que en principio tendría viento a favor respecto de la aceptación.
Un plan para evitar el derroche de agua
Se sabe que la gestión que conduce el gobernador Rolando Figueroa se encuentra abocada al diseño de un plan estratégico, que sumará a las obras destinadas a incrementar los niveles de producción de agua; como por ejemplo el Sistema de Agua Potable para Chos Malal o la duplicación de la Planta Mari Menuco, para las ciudades de la región Confluencia.
El EPAS tiene 107.000 usuarios o clientes en toda la provincia. El valor del metro cúbico de agua y los consumos son similares en todo el territorio, aunque obviamente según la extensión y la topografía, algunas circunstancias de costos y consumos pueden tener alguna variación.
En relación con el valor del metro cúbico de agua, se puede establecer en 500 pesos finales, sólo por el servicio de agua potable. En el mismo están contemplados cuatro grandes rubros: costo de energía, productos químicos, seguridad y traslado de personal (combustible y transportistas). No son tenidos en cuenta en esta fórmula los costos de los empleados, que para el caso de la capital y solamente teniendo en cuenta el servicio de agua potable, los agentes ascienden a 135.
En esta ecuación se puede visualizar el subsidio que absorbe el Poder Ejecutivo provincial, ya que toda la masa salarial del Organismo es financiada por este. Los empleados del EPAS son provinciales, por lo tanto el costo no es volcado en la tarifa que reciben los usuarios.
El consumo de agua en Neuquén
En Neuquén capital, el EPAS potabiliza 250.000.000 litros de agua a diario. Si se divide esta cifra por la cantidad de habitantes que tiene la ciudad (87.000 familias, multiplicado esto por 4 habitantes promedio por domicilio) se puede concluir que se producen aproximadamente 700 litros per cápita por día. Si la temperatura supera los 40 grados, el consumo en general se eleva, causando problemas de presión y falta de agua en determinados sectores de la ciudad. Esto sucede porque el sistema está diseñado para garantizar un consumo racional, sin derroche.
Estos 700 litros por día por persona que se producen están muy por encima del medio a nivel nacional real, que es del orden de los 400 litros por habitante por día. También está sobre la dotación recomendada por la Organización Mundial de la Salud que establece 100 litros por habitante al día o lo estipulado por los organismos internacionales y nacionales que financian las obras hídricas y marcan hasta 250 litros. Todo por encima de esos valores enciende las alarmas. Y en Neuquén están al rojo.
Uso responsable del agua
Para el EPAS resulta imprescindible, entonces, lograr la disminución de estos consumos, lo que permitirá hacer más eficiente la distribución de un recurso escaso. Es por eso analiza la posibilidad de lanzar aquel programa donde los usuarios podrán financiar la instalación del medidor de agua. Cuando se concrete, cada usuario pagará por lo que realmente consume, distinto a lo que ocurre actualmente, donde se paga por los metros cuadrados que tiene su terreno y lo edificado (salvo excepciones como grandes consumidores).
Además, se realizará un control más exhaustivo de las ordenanzas existentes para evitar los altos consumos de agua. Para ello se implementarían distintas cuadrillas que trabajarán en la vía pública, para notificar a los usuarios desaprensivos.
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