El cielorraso de Juan Caliani y un homenaje de más de un millón
El Cali estuvo presente en la masiva marcha universitaria de este martes. Justicia por él es defender la educación pública.
Pedir justicia por Juan Caliani es defender la educación pública. Es el periodista asesinado, el mismo que hasta hace unos años era consejero superior de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo). Su imagen estuvo presente este martes en la marcha universitaria, en varios carteles, no solo en Neuquén sino en General Roca, donde hace unas semanas había retomado sus estudios en la carrera de Comunicación Social.
Sí, El Cali estuvo presente en la marcha universitaria: su nombre, su foto impresa en pancartas, plasmado en remeras que se calzaron sus familiares. Obvio que hubiera estado ahí, con sus amigos y amigas de la Facultad, trabajando quizás o pensando a quién sacar en Cumbre al día siguiente, colándose un rato en la columna de la CEPA y visitando la del gremio docente ADUNC. Por eso su imagen estuvo un poquito en todos lados. Dispersa pero unida. Salpicada entre la multitud. En todos lados y en ninguno solo.
“La marcha será en sí misma un homenaje al Cali”, dijo uno de sus compañeros de militancia y no podría ser tan cierto. Treinta mil en Neuquén, otros tantos en Roca, más de un millón en el país. La mayoría, sin saberlo, honró la memoria del Cali luchando por la educación pública: lo que hizo él desde pibe en el Movimiento de Unidad Secundaria (MUS) y después en su camino universitario. Porque sí, antes de Javier Milei también hubo muchos reclamos por el presupuesto y El Cali sí que sabía de eso.
Sus compañeros traen a la memoria esos momentos, como cuando se le cayó un panel de cielorraso en la cabeza y rápidamente lo transformó en una pancarta que llevó al Consejo Superior (a Neuquén, desde Roca, en Koko) con el correspondiente reclamo al rector, en aquel momento Gustavo Crisafulli. Lo que pasa es que este catastrófico escenario -con recortes de más del 70%- no tiene comparación con las falencias de aquellos tiempos.
La concejala de Roca, Nadia Ortiz, también aprovechó el 23A para rendirle homenaje al Cali y recordó tanto más de lo que hizo: “Trabajó en los barrios en la pandemia junto a la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y el movimiento Ni Un Pibe Menos por la Droga dando talleres de Comunicación en el barrio, participó del programa sanitario El Barrio Cuida al Barrio para frenar la emergencia por covid-19. El Cali se arremangó para cocinar en el comedor comunitario”.
No puede agregarse mucho más cuando reclamamos justicia por él. Murió asesinado por dos pibes de 16 y 17 años. ¿Qué habían hecho antes estos adolescentes y por qué nadie del Estado hizo nada? ¿Por qué las cámaras de seguridad son las únicas que ofician de solución cuando la tan compleja realidad nos muestra otra cosa? Hace casi un mes que las preguntas nos rondan en la cabeza. También nos preguntamos porqué él, porqué la injusticia, porqué la saña y todos esos porqué que no tienen respuesta ni sentido. Sí, justicia por Juan Caliani es defender la educación pública. Y también es mantener vivo su reclamo por deporte, cultura y trabajo.
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