Juan Diez es un joven de 18 años que juega al Fortnite desde los 11. Hoy se desempeña en la escena profesional y ha ganado miles de dólares en premios.
Juan Ignacio Diez Huerta tiene 18 años, está en sexto año de la EPET 21 de San Martín de Los Andes y, paralelamente, juega competitivamente al Fortnite. El popular videojuego le ha servido al sanmartinense para viajar a distintos lugares del mundo donde pudo ganar miles de dólares en premios.
El joven empezó a jugar por ocio al Fortnite a los 11 años, calcula que en 2017, cerca de la salida del videojuego. Ese era un momento en el que decenas de millones de personas jugaban al mismo tiempo. Inspirado por Thiago Lapp, el argentino de 13 años que en 2019 quedó quinto en el mundial, empezó a dedicarle más horas con aspiraciones competitivas y profesionales.
Desde su casa ubicada en el barrio Vega San Martín de la ciudad de San Martín de Los Andes, el joven comenzó a volverse cada vez mejor, mientras comenzaba a cursar sus estudios secundarios.
Juan cuenta que a los 15 años, durante la pandemia, pudo dedicarle más tiempo al Fortnite y sus aspiraciones de jugar competitivamente estaban cada vez más cerca. Usando su apodo "Dediez", comenzó a jugar torneos una vez llegó al rango más alto de clasificación que tiene el juego.
Cómo es ser padre de un chico que quiere jugar videojuegos profesionalmente
Debido al talento y dedicación de su hijo, Damián y Silvana acompañan a su hijo Juan en su aspiración de convertirse en profesional de Fortnite. Sin embargo, al principio fue difícil asimilarlo.
"Al principio me costó", afirmó Silvana en diálogo con LMNeuquén. La mayor preocupación de la mujer tenía que ver con que su hijo se aísle: "yo sentía que al estar en videojuegos uno deja de lado lo social", expresó. A pesar de su miedo, le dio la chance a su hijo de probarle lo contrario: "Él me demostró que esa es su pasión, que le iba bien en la escuela y que se había hecho un grupo de amigos. No le puedo reprochar nada", declaró. "Lo acompaño porque a él lo hace feliz", agregó Silvana.
Damián, por su parte, contó que él estuvo con Juan "desde minuto uno" respecto a convertirse en profesional de deportes electrónicos. El hombre dijo que hubo dos razones por las que a él no le costó asimilarlo. La primera de ellas es que, según él, "mi vida fue gamer desde el principio". Explicó que el jugaba videojuegos cuando era chico y sus padres tampoco lo entendían. "En algún momento tuvimos las tres consolas: Play 2, play 3 y XBOX 360" describió.
La otra razón a la que atribuye su acompañamiento es que, como Licenciado en Informática Educativa cree que "el juego es parte de la enseñanza. Al vivir jugando, vive resolviendo problemas. Genera una habilidad para toda situación". "Me asombra lo que hacen. Se juntan a ver partidas, ver errores, planificar, armar estrategias", contó.
Damián agregó que acompañar a Juan cuando no tiene tan buenos resultados, como en cualquier deporte, es difícil. "A uno a veces le duele, porque es difícil el manejo de la frustración". Además, contó que al estar en San Martín de los Andes, Juan juega con desventaja en comparación con los jugadores de Brasil, por la velocidad del internet.
A pesar de las desventajas y las frustraciones que esto puede generar, afirmó que su hijo tiene algo que lo facilita todo: "Juan es muy buena persona. Lo quieren mucho y eso se lo ganó él". Contó que respecto a los valores deportivos y lo moral, estuvo muy presente. "Ahí sí estuve un poco más pesado con que sea buen jugador. Traté de hacerle entender que no hay que ser mala leche con el que está en frente", expresó.
"Hay padres que no entienden y consideran que es una perdida de tiempo". "Está asociado al mal estudiante, al que no le importa nada. Él nunca se llevó una materia". Damián dijo que Juan día a día les demuestra responsabilidad: "Si tiene torneo no sale al boliche", ejemplificó.
"Me cuesta que mi papá (abuelo de Juan) entienda que viajamos a Dallas para que él 'juegue a un jueguito'", dijo Damián entre risas. "Mientras lo podamos bancar lo bancaremos y si no podemos, bueno. Él también entiende eso", expresó.
Cómo es competir en Fortnite
El Fortnite tiene una escena competitiva constantemente cambiante. Cada tres meses (periodo llamado temporada) el juego cambia radicalmente donde lo único que se conserva es el objetivo: Gana el último jugador o equipo en pie.
Este género de videojuegos se denomina battle royale (en referencia a una película del 2000). Esto es importante por un dato en particular: cada partida puede tener hasta 99 o 100 personas. En este contexto, ser el último en pie no es tarea fácil.
Los servidores de fortnite se dividen en varias regiones. Argentina, puntualmente, es parte de la región "Brasil". Juan ganó varios torneos regionales.
Tras muchas victorias, subió a lo más alto del ranking competitivo. Según contó, sus años más exitosos fueron 2023 y 2024 hasta ahora. En esos fue el top 1 de la región en las modalidades de consola y multiplataforma. También ganó torneos en dúo junto con Tahiel, quien continúa siendo su compañero a día de hoy. El ranking funciona de manera similar al de ATP, donde cada torneo disputado brinda un puntaje según el desempeño. En este sentido Juan supo ser el mejor de toda la región de Brasil
Este año, como ya es costumbre, cambió todo el sistema de clasificaciones. Ahora, para clasificar al mundial, donde participan jugadores de todas las regiones se debe ganar la Serie de Campeones de Fortnite (FNCS por sus siglas en inglés). Cada región tiene la suya. Juan, tras un buen desempeño en la categoría "zero build solo", pudo entrar a los heats, que es como se denomina al clasificatorio para la final de FNCS.
Los heats funcionan como una suerte de semifinal. Para ganar una temporada de FNCS tenés que llegar a la liga de campeones de arena, lo que te clasifica cada 4 semanas para el FNCS. De esas cuatro semanas, los 400 mejores jugadores forman 4 grupos de 100 jugadores llamados heats. La cantidad de equipos que pasan de cada heat a las finales de temporada depende del modo de juego, pero los mejores equipos de cada heat avanzan a las finales de temporada para formar el lobby final de 100 jugadores.
Juan puntualmente llegó en la modalidad de tríos. Allí, lamentablemente no pudo clasificar a la final regional, que podría propulsarlo al mundial. La final regional son 12 partidas en total. Dos días, 6 partidas por día. De ahí se juega el mundial entre todas las regiones.
El año pasado, el desempeño de Juan llamó la atención de los mejores jugadores de la región. Esto se materializó en una invitación: una cena con Thiago Lapp, conocido como "k1ng", el argentino que fue quinto puesto en el mundial de 2019.
Los eventos internacionales
Juan tuvo la oportunidad de participar de competencias internacionales en un masivo evento que se realiza regularmente en distintos lugares del mundo: la Dreamhack.
La DreamHack es un evento en el que se toma la experiencia de jugar videojuegos de a varias personas en su cyber y se lo multiplica a la máxima potencia. Allí la gente conecta sus computadoras o consolas a una red local de internet de altísima velocidad y se organizan torneos de distintos videojuegos.
El evento actualmente sustenta el récord del mundo de ser la mayor "LAN party" del mundo, reconocido tanto por el Libro Guinness de los récords como por Twin Galaxies, y también ha ostentó el de la conexión a internet más rápida del mundo.
El joven pudo participar en cinco de estos eventos hasta la fecha. Dos fueron en Suecia (Jönköping y Estocolmo), dos en Valencia, España y uno en Dallas, Estados Unidos. Allí tuvo la oportunidad de no solo competir en masivos eventos presenciales, quedando entre los primeros puestos en varias ocasiones.
Además, pudo conocer a figuras del Fortnite competitivo como Martin Foss Anderson, más conocido como Mr. Savage, que supo ser uno de los mejores jugadores del mundo y en 2023 era el quinto jugador mejor pagado de Noruega, ganando más de 442.000 dólares anuales en competencias.
Cuando termine el secundario este año, Juan se va a ir a San Pablo, Brasil al menos un año, a dedicarse a su carrera de profesional de deportes electrónicos full time. "Años anteriores habría sido un no rotundo, hoy ya aflojé, porque está feliz y es un chico super responsable", contó su mamá.
Te puede interesar...
Dejá tu comentario