El siniestro destruyó cientos de cajones bins y provocó daños materiales millonarios. Hubo desesperación porque el fuego casi afectó al frigorífico y a viviendas cercanas. Rafael Martínez e Hijos y La Esperanza, fueron las empresas afectadas por las llamas.
Un voraz incendio se desató en la tarde de este jueves en el frigorífico de la familia Martínez, en Allen. Se vivieron momentos de máxima tensión debido a que en las proximidades hay varias casas que quedaron a pocos metros de las llamas.
El fuego También se propagó hacia el predio lindero de la Cooperativa La Esperanza y también destruyó más estibas de cajones bins. Empleados de esa empresa como así también de Rafael Martínez e Hijos, colaboraron los bomberos, que mostraron serias falencias en la urgencia. Faltaron bomberos, se notó la poca preparación de algunos voluntarios y volvió a surgir la necesidad de que la ciudad cuente con un comité de emergencia preparado para actuar en casos de este tipo.
Vecinos del lugar no pararon de reclamar que el número telefónico 100 que corresponde a los bomberos, estaba inhabilitado para recibir llamadas. "Nos cansamos de llamar para pedir ayuda y el teléfono no funcionaba", señalaron. Además de las dotaciones del cuartel de Allen, se pidió al apoyo de bomberos de ciudades vecinas.
Luego de más de dos horas, el fuego se logró controlar. La dirección del viento este evitó que las llamas alcanzaran las instalaciones de las cámaras del establecimiento. El amoniaco expuesto a las llamas hubiera empeorado aún más la situación.
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