Así lo decidió el juez de Garantías, Marco Lupica Cristo, ya que venció el plazo previsto para la prisión preventiva.
El docente de música del Jardín 31 quedará libre a principios de enero del 2024. Así lo resolvió este viernes a la mañana el juez de Garantías, Marco Lupica Cristo, ya que se venció el plazo previsto para mantener la prisión preventiva.
El fiscal del caso Manuel Islas y las querellas institucional y particulares que intervienen en la investigación habían solicitado extender la prisión preventiva. Sin embargo, el magistrado consideró que el 6 de enero se cumplirá el plazo máximo que prevé el Código Procesal Penal para la prisión preventiva, que es de 18 meses. El imputado está detenido desde el 6 de julio de 2022, cuando la fiscalía le formuló cargos. De esta forma, a partir de la decisión adoptada hoy, recuperará la libertad en los próximos días.
Islas atribuyó el vencimiento del plazo máximo de la prisión preventiva a las dilaciones en el proceso por parte de la defensa, que solicitó sucesivas prórrogas a la investigación. Estimó ese tiempo perdido en 3 meses y 20 días y solicitó -sin éxito- la reposición de los plazos y la prisión preventiva por el mismo lapso de tiempo. Argumentó la necesidad de garantizar la tutela judicial efectiva para las víctimas y evitar una eventual fuga del imputado.
Por su lado, la querella institucional y las querellas particulares adhirieron al planteo del fiscal, pero además plantearon la inconstitucionalidad del plazo máximo de la prisión preventiva.
Frente a los distintos planteos que realizaron las partes, el juez a cargo de la audiencia que comenzó ayer y culminó hoy se inclinó por el pedido de la defensa particular del acusado y rechazó la prórroga de la detención.
Jardín 31: cómo es el caso
El docente de música acusado irá a juicio por jurados por tres de las denuncias y no por más de 20 como se había resuelto con anterioridad.
De acuerdo a la teoría del caso impulsada por la fiscalía, el docente imputado, entre marzo y julio de 2022, aprovechó su condición de encargado de la educación de niños y niñas durante el dictado de la clase de música y cometió los abusos en el jardín 31 de la ciudad. El acusado “enmascaraba” la situación como juegos inofensivos, y pedía a los niños y a las niñas mantener todo en secreto.
El 21 de noviembre pasado, Islas solicitó a una jueza de garantías que el docente sea juzgado por un jurado popular. La magistrada resolvió en ese sentido y dispuso la apertura a etapa de juicio ante ese tipo de tribunal por 24 hechos independientes en concurso real: 20 abusos sexuales simples, 2 con acceso carnal y 2 gravemente ultrajantes, en todos los casos agravados por la calidad de educador del imputado.
Sin embargo, el 19 de diciembre un tribunal de impugnación modificó esa resolución y, si bien mantuvo la intervención del sistema de jurados para el juicio, limitó el juzgamiento a tres hechos, los más graves de la acusación, dado que fueron los únicos en los que las víctimas relataron lo ocurrido en Cámara Gesell.
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