Crece la demanda en las jugueterías de la ciudad. Incentivados por las redes sociales o sus padres, las nuevas generaciones buscan cubos Rubik, Tetris y Tamagotchis.
Incluso ante el avance abrumador de la tecnología y la aparente omnipresencia de las redes sociales, en las jugueterías de Neuquén todavía queda espacio para el recuerdo. Desde los locales del centro aseguraron que cada vez está más marcada la tendencia de regresar a los clásicos, por lo que los juguetes vintage o de la década del 90 volvieron a ocupar el centro de la escena.
Si bien cada año aparecen novedades en las jugueterías, con nuevos personajes y juguetes que sacan provecho de tecnologías emergentes, las redes sociales y la influencia de los padres Millenials motivaron a muchos niños a inclinarse por juguetes del recuerdo. ¿Cuáles son? Los aparatos para jugar al Tetris, las mascotas virtuales o Tamagotchi y los casi olvidados juguetes de agua para ejercitar la puntería.
A ellos se suman otros elementos que nunca pasan de moda: el cubo Rubik, el juego de la oca más tradicional, el jenga o el ludo matic. Se trata de propuestas que no se consideran vintage porque se mantiene vigentes con el paso de las generaciones, y que permiten sostener una práctica que parece algo perdida: usar un juguete como una excusa para compartir momentos entre padres e hijos.
"Los nenes los piden porque lo ven en algún video de Internet o Tik Tok o por qué los papás les trae recuerdo y lo compran", explicó Cintia, a cargo de una de las sucursales de El Niño Feliz. Entre el 10 y el 16 de abril se celebra la Semana del Juguete, que apunta a fomentar los juegos compartidos entre distintas generaciones. "Es una fecha que se promociona en todos lados para crear conciencia sobre la importancia del juego en la niñez", aseguró.
Además de que apelan a la nostalgia de sus padres, que vivieron su amor por los juguetes en las décadas de los '80 y '90, los juguetes vintage también suelen resultar más económicos que las propuestas más nuevas. "El Tetris cuesta 2 mil pesos, el Tamagotchi de 2990, hay cubos mágicos por mil pesos, el jenga de 1500 pesos, hay de todos los precios", detalló la encargada del local.
De este modo, las propuestas nostálgicas permiten ofrecer un rato de diversión y juegos compartidos en familia sin invertir el dinero que exigen los juguetes de moda, como las muñecas LOL o los personajes de Encanto, que pueden llegar a costar unos 10 mil pesos o incluso más.
Tener una mascota virtual o resolver un cubo Rubik son opciones novedosas para las nuevas generaciones, que no se criaron con esas propuestas en la publicidad y la redescubren a través de los videos virales de Internet. Sin embargo, la curiosidad por los juegos antiguos no logra reducir su interés por seguir conectados a la tecnología, por lo que los celulares y tables siguen siendo una alternativa apetecible para los más chicos a la hora de elegir un regalo.
Aunque en muchos casos estos juegos usan tecnologías casi obsoletas, son valorados por su estética y una dosis de nostalgia. Eso los lleva a estar presentes incluso fuera de la jugueterías. Así, los locales de accesorios de moda o las casas de souvenirs también se sumaron a la tendencia con algunos productos casi olvidados, mientras que hay bares o cafeterías que instalan máquinas de Flipper como anzuelo para sus clientes.
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