Vecinos denuncian el desperdicio de miles de litros diarios y advierten por el riesgo vial ante el deterioro de la calle Gutiérrez.
Una pérdida de agua en la calle Gutiérrez al 1700, en el barrio Los Polvorines de la ciudad de Neuquén, mantiene en vilo a los vecinos desde hace más de un año. A pesar de múltiples denuncias al Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) y a la Municipalidad, la situación persiste sin una respuesta concreta, generando no solo un evidente derroche de un recurso vital, sino también peligrosas condiciones para la circulación y el tránsito vehicular.
El reclamo fue realizado por un vecino del barrio, quien afirmó haber realizado al menos cinco denuncias ante el EPAS, sin que hasta el momento se haya acercado una cuadrilla a revisar el problema. “Esta es una pérdida de agua que está hace más de un año. He hecho cinco denuncias al EPAS y nunca han venido a repararla”, señaló con frustración.
La pérdida se ubica a orillas del Arroyo Durán, según relatan quienes viven en el lugar, el constante flujo de agua ha ido formando verdaderas lagunas sobre la calzada, afectando no solo el tránsito de vehículos particulares, sino también el acceso de servicios y la seguridad vial en general. “Con el agua que se acumula, pasan los vehículos y se van generando pozos. Están pidiendo una solución. Sobre todo, ahora que empieza el invierno y esto se congela”, advirtió el vecino.
El peligro de que el agua acumulada se congele con las bajas temperaturas es una preocupación concreta para los frentistas. Las primeras heladas de la temporada podrían transformar el ya deteriorado estado de la calle en una trampa para conductores y peatones. Los charcos constantes y el barro han generado baches y pozos que empeoran con el paso del tiempo y el tránsito diario.
Además, los vecinos hacen hincapié en el desperdicio de agua potable. “Se derrochan miles y miles de litros de agua”, destacó el denunciante, subrayando la contradicción entre los discursos oficiales sobre el uso responsable del agua y la inacción ante un problema de larga data.
Los vecinos no descartan organizar nuevas formas de protesta si la situación continúa sin resolverse. Mientras tanto, conviven con la frustración, el barro, los pozos y el temor de que las condiciones empeoren con la llegada del invierno.
Otra laguna de agua potable en medio de un barrio
El pasado mes de febrero, los vecinos cercanos a la esquina de Houssay e Ignacio Rivas en el barrio Don Bosco III están cansados de convivir con una laguna de agua potable en la calle. Los autos circulan rápido y bañan a cualquiera que pasa caminando, los malos olores se intensifican y ya no saben a quién reclamar para que solucionen el problema.
A metros de esa esquina se ve cómo brota el agua desde un caño en la calle Houssay y cae directo hacia Ignacio Rivas. "Hace cerca de dos años, cuando hicieron el asfalto, no terminaron la obra de desagüe, entonces toda el agua se queda de esquina a esquina generando una laguna que con los días se empieza a convertir en marrón porque se mezcla con desperdicios", explicaron los vecinos a LMNeuquén.
Te puede interesar...












Dejá tu comentario