Qué dijo la Muni sobre el derrumbe de la obra en Santa Genoveva

Las fuertes ráfagas de viento sumaron un nuevo dolor de cabeza para Nélida Vilca, una vecina de Santa Genoveva que sufre las consecuencias de la construcción de un edificio de 10 pisos al lado de su casa, sobre la calle Río Desaguadero. Esta semana, una serie de ladrillos del segundo piso se derrumbaron sobre la bandeja de contención, que cedió y cayó desde tres metros de altura hacia su patio. Aunque no se lamentaron heridos ni pérdidas materiales, la mujer vive con miedo, y desde la Municipalidad señalaron que esa obra ya había sido infraccionada en marzo de este año, también por daños a ese mismo patio lindero.

Luis López de Murillas, subsecretario de Obras Particulares de la Municipalidad, explicó que su equipo realiza inspecciones rutinarias, que se suman a todas las que hacen a partir de los reclamos de los vecinos. "Cuando nos llega un mail o un llamado, vamos a inspeccionar", aseguró a LMNeuquén, aunque aclaró que sólo tienen la facultad de corroborar si las obras privadas cumplen todos los permisos vigentes por ordenanzas, pero nunca median en conflictos entre vecinos.

Aclaró que la obra de Río Desaguadero, un edificio con destino a viviendas multifamiliares, ya había recibido una infracción a principios de este año porque había volcado hormigón sobre el mismo patio de la vecina. "Ella ha venido varias veces a hablar con nosotros, la conocemos y estamos en contacto", dijo, aunque no pudo precisar si la primera infracción fue por el reclamo de Vilca o por una inspección de rutina.

"Es bastante común cuando se bombea con bombas mecánicas de elevación del hormigón, se producen bolsones de aire que escupen hormigón para los costados; en este caso estaban hormigonando cerca de esa medianera y le cayó hormigón al patio contiguo", detalló. Por esa irregularidad, la empresa a cargo de la obra recibió un llamado de atención y una fracción.

Esta semana, y tras el derrumbe de ladrillos sobre el patio de la mujer, la Municipalidad activó los protocolos correspondientes. "¿Qué se hace en estos casos? Clausuramos la obra, la infraccionamos nuevamente porque hay un punto en el código de edificación que te permite infraccionar cuando hay un daño o molestia a terceros, eso va al Tribunal Municipal de Faltas, técnicamente se le solicita un informe técnico de qué medidas va a tomar de seguridad para reforzar esas bandejas laterales para que cualquier impacto caiga sobre la bandeja y no caen sobre los patios", aclaró.

Derrumbe de un edificio en Santa Genoveva (7).jpg

Claudio Espinoza

Por otra parte, señaló que el monto de la multa se fija por el Tribunal de Faltas a partir de un análisis de la gravedad del hecho y los antecedentes de los constructores. En este caso, la empresa ya tiene un antecedente por daños similares, a partir de la infracción que recibieron por volcar hormigón. "Es una obra que tiene registro y tiene los permisos exigidos, con los profesionales responsables, pero no van a poder seguir construyendo hasta que no realicen todas las medidas para mitigar las falencias", indicó López de Murillas.

El funcionario agregó que es muy común -aunque cada vez menos frecuente- que se produzcan daños en las obras a partir de las ráfagas intensas de vientos, a pesar de que su oficina suele reforzar las alertas durante los días con pronóstico de viento u otras inclemencias climáticas. "Nos cansamos de recorrer los cercos de obras, desde Defensa Civil también, para que los ajusten mejor", dijo sobre las ráfagas de los últimos días.

"La Dirección General de Inspecciones emite una alerta donde solicita a los directores técnicos de las constructoras que extremen precauciones, que no dejen material suelto, que apuntales las cosas, las bandejas, que las chapas estén atadas. A medida que van pasando el tiempo van minimizando cuestiones con respecto al viento, pero suele haber líos con revoques o cosas que se caen", expresó.

López de Murillas explicó que la ciudad ha sufrido una metamorfosis en los últimos años a partir del crecimiento en altura, ya que las ciudades que crecen de manera extensiva suelen ser anti económicas y generar muchas complicaciones. Por la migración que recibe Neuquén y la inclinación de muchos vecinos de vivir en departamentos, que son más seguros y céntricos que las casas con jardín, los barrios cercanos al centro van cambiando sus chalets por torres de viviendas.

"La convivencia entre los vecinos de casas bajas con las obras en construcción suele generar rispideces", dijo y agregó que la Municipalidad no puede intervenir en los conflictos vecinales o las solicitudes de compensación económica de los habitantes de casas linderas a las obras. "Sí se les exige un seguro que cubre daños a casas aledañas, que suelen tener fisuras cuando hacen pozos, sobre todo porque Neuquén tiene terrenos arenosos, pero nosotros como autoridad de aplicación sólo podemos verificar que cumplan los requisitos de las ordenanzas: no le damos continuidad a esos reclamos entre particulares", señaló.