Qué se sabe del comerciante atropellado que está en coma en Neuquén
Salía a comprar algo para el cumpleaños de su hija cuando fue embestido por un auto en Zapala. Hace tres semanas pelea por su vida.
El sábado 4 de mayo, el comerciante Hugo González (38) estaba en la casa de su mamá, festejando el cumpleaños de una de sus hijas. Salió a buscar una bolsa de harina y en el trayecto, se cruzó con un menor de edad al volante que lo atropelló en la esquina de Pollero y Avenida Cañadón Este, en Zapala. Hugo quedó tirado a unos 50 metros del lugar donde fue embestido.
Padre de cuatro niños, hijo, tío y amigo. "Los vecinos lo conocen por su oficio: un carnicero con todas las letras, muy querido por su buena atención, siempre con una sonrisa. Trabaja desde los 13 años, creando ese oficio que lo apasiona tanto", indicaron sus familiares, al realizar un descargo público que emocionó a todos.
Por el hecho sufrió gravísimas lesiones. Pasaron ya tres semanas, y su pronóstico sigue siendo delicado. Permanece internado en un centro de salud privado, en coma inducido, con múltiples fracturas en sus costillas, de cada lado.
"Hasta la semana pasada, ha sido un calvario. De golpe, la familia de golpe ha tenido que viajar porque el pronóstico no era favorable, esperando la noticia peor. Pero ahora está un poco mejor la situación; y la familia ruega, rogamos todos que se recupere, que esté bien", expresó su abogado, Boris Besoky.
La víctima la está peleando. Mientras permanece internado en el Policlínico Neuquén, atraviesa un cuadro grave de neumonía. "Es una lucha del día a día, con el apoyo de la familia que viaja con mucho trabajo. Se tiene toda la esperanza y la fe para que pueda seguir adelante", agregó el letrado.
¿En qué estado está la causa?
Desde las primeras horas posteriores al siniestro vial, la fiscalía llevó a cabo todas las diligencias de rigor para recabar prueba en el lugar. Había buena iluminación, pero no transitaba mucha gente. Aún así, declaraciones de dos testigos presenciales fueron valiosas para la causa. Actualmente, el vehículo siniestrado -un Citrôen C4, color azul- es sometido a distintas medidas de prueba para determinar fehacientemente a qué velocidad transitaban los dos menores de edad involucrados.
"Tenía que circular a 30 kilómetros por hora, como máximo; y el vehículo superó esta velocidad. Lo que se perita es lo siguiente...el vehículo embiste a Hugo en una esquina, y el auto para a mitad de cuadra. Tenemos entre 50 y 70 metros de distancia, hasta que el vehículo se detiene. Yendo a 30 kilómetros por hora, tendría que haber parado inmediatamente", evaluó el abogado, en declaraciones radiales.
La fiscal Laura Pizzipaulo está a cargo de la investigación del hecho.
Si bien los investigadores policiales todavía no determinan la velocidad, Besoky dijo que ya se puede inferir que "no iba a la velocidad reglamentaria" y agregó: "La situación se agrava si iba al doble de la sindicada".
Mientras tanto, tampoco tiene curso alguna medida de restricción de acercamiento hacia el conductor menor que atropelló a la víctima. "El Código Penal -a los menores- no les toca un pelo", indicó. Además, no es el caso de que se haya escapado. "Teniendo en cuenta que es un menor, toda la las cuestiones rigurosas del Código Penal están reducidas", reiteró el letrado.
¿Hubo contacto con la familia?
EN un principio, la familia quiso tener un contacto inmediato, pero como el menor -de 17 años- estaba sin carnet de conducir, al momento del hecho, prevaleció el dolor y el enojo. Recordó que Hugo "salía a comprar algo para el cumpleaños de su hija y por una cuestión de imprudencia hoy está en el hospital y esta persona -el adolescente que lo atropelló- circula libre, porque es la situación que tenemos en todos los accesorios (de la legislación vigente)".
Hay testigos afirman que el menor venia acompañado por una chica, la misma se bajo del auto y salió corriendo cuando el menor detuvo el auto a unos 70 metros.
"¿Qué pasó con el menor? Con completa impunidad se fue a su casa a dormir y estar tranquilo, lo mismo que hace hasta el día de hoy, vivir libre. Esa noche, mientras que una familia rezaba y pedía que Hugo luchara por su vida, nadie se acercó al hospital ni la policía ni la familia del menor, nadie. Al día de hoy, Hugo se encuentra luchando por su vida en la ciudad de Neuquén en un coma inducido, con la cara quemada por el asfalto, raspones, con fractura de rostro en nariz y mandíbula, el brazo izquierdo fracturado en el que necesita operación y se encuentra comprometido el nervio, múltiples costillas fracturadas en todo el tórax (todas ellas en dod partes), pulmones perforados y riñones comprometidos", recordaron sus familiares.
Desde el entorno de la familia, harán todo lo posible para que el hecho no quede impune. "Queremos justicia y no vamos a descansar hasta que los responsables paguen", concluyeron en la carta pública que viralizaron a través de los medios.
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