El gobierno estudia varias alternativas para evitar que la limitación de horarios de circulación de los camiones impacte en la industria. De qué se trata.
El tránsito pesado vinculado al desarrollo de Vaca Muerta es un problema cada vez más agudo, especialmente en la Ruta 7, donde los camiones ralentizan la circulación general y provocan cuellos de botella y "taponamientos" en horarios pico. En este contexto, el gobierno provincial estudia soluciones de corto plazo que no implica la construcción de una nueva ruta -algo inviable y costoso- pero que puede mejorar sustancialmente la circulación.
Hace pocas semanas, la Provincia impuso una limitación horaria al tránsito pesado, una medida que trajo consigo un efecto colateral. Varias empresas especularon en reportar parates productivos y pérdidas logísticas. Pero esa propuesta, generó muchas resistencias en el sector empresario, debido al freno en los procesos productivos y traslados.
Se confirmaron que hay varios estudios para abordar el problema a corto plazo. Desde la Dirección Provincial de Vialidad tienen varias alternativas en carpeta, y una de ellas es rápida, y más económica y modular. Se trata del agregado de un tercer carril cada 10 kilómetros, en tramos críticos, para sobrepaso. Existen en muchas rutas del país.
Según pudo saber LMNeuquén, la idea no es construir una autovía completa, sino ensanchar la calzada existente en zonas donde las banquinas permiten hacerlo sin grandes movimientos de suelo, ni expropiaciones.
Se trata de agregar una franja de 1,5 km de carril extra, cada 10 kilómetros, especialmente en los puntos donde la circulación de camiones es más lenta y se genera congestión. Sería algo así como optimizar la infraestructura existente, sin muchos cambios y con el material disponible en las banquinas.
Rutas seguras: limitar el horario no alcanza
Este tipo de obras podría ejecutarse en etapas, y es una estrategia ya utilizada en otras provincias para rutas con tránsito intenso pero sin posibilidad de duplicación inmediata.
La propuesta también contempla hacer el terraplén un poco más ancho, de modo que, a futuro, la traza pueda reconvertirse en autovía sin rehacer toda la infraestructura. Sería algo provisorio que sirva como base para una obra mayor.
Es que la medida que restringe la circulación de camiones en determinados horarios apunta a aliviar el tránsito en los picos de la mañana y la tarde, especialmente en los tramos de Ruta 7 entre Añelo y Centenario, pero no resuelve el problema de fondo, que es la falta de infraestructura para una zona de altísimo tránsito industrial.
Además, la logística del petróleo no puede frenarse, y las empresas ya advirtieron que una limitación mal gestionada puede derivar en menores niveles de producción y pérdida de eficiencia. En este sentido, el gobierno busca un equilibrio que permita mantener la circulación sin generar conflictos con el sector privado.
Vialidad provincial sabe que no se puede esperar una ruta nueva en el corto plazo. Entre estudios de impacto ambiental, licitaciones y ejecución, una obra de ese calibre puede llevar al menos tres años. En cambio, un carril adicional por tramo puede ejecutarse en meses, con costos reducidos y sin demoras administrativas.
La Provincia ya cuenta con un plan preliminar, que incluso propone que la ejecución empiece por los sectores más conflictivos, entre Vista Alegre y San Patricio del Chañar, y entre Tratayén y Añelo. A mediano plazo, la estrategia podría replicarse en otras rutas claves para la industria, como la 17 y la 51.
Para reducir costos, el viaje tiene que ser normal
Más allá de la fluidez del tránsito, la mejora vial en la región tiene un impacto directo en la competitividad de Vaca Muerta. Reducir los tiempos logísticos, mejorar la seguridad y evitar accidentes son factores centrales para que las inversiones sigan fluyendo.
El costo de ensanchar un carril de 1,5 kilómetros por tramo es varias veces menor al de construir una autovía. Además, las licitaciones son más simples, y muchas veces pueden realizarse con maquinaria y personal propio de la Provincia, acelerando los tiempos.
La presión sobre la infraestructura de Vaca Muerta no cesa por la cantidad de muertes registradas en los últimos meses y el detonante es el sobrepaso de vehículos pesados. Es por eso que el gobierno busca alternativas posibles.
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