Ella deja su trabajo como médica y él abandona una empresa petrolera para emigrar a España. A un paso del gran viaje de sus vidas, cómo hicieron para lograrlo y los motivos.
Los amigos que se iban y le dieron "manija" para que también lo hagan, finalmente decidieron quedarse. Pero ellos, que siempre fueron desapegados con las cosas y el primer desarraigo fue establecerse en Neuquén hace 12 años, un día se miraron a los ojos y se preguntaron: "¿Vos te irías?... Yo sí". A partir de ahí, fue avanzar a la par para lograrlo, con dificultades e imprevistos, por supuesto, pero firmes y decididos. Así, emigran a España.
Esta es la historia de una familia neuquina que apostó a un cambio de vida por una mejor. Es la historia de Natalia Carreira (44), su marido Gabriel Gallas (45) y sus dos hijos: Neyen (11) y Kalen (8).
La idea surgió en 2020 y tomó forma y empuje hace dos años cuando pudieron realizar los trámites de la ciudadanía y Natalia inició la homologación de su título de médica pediatra para ingresar a trabajar como tal a un hospital de una localidad de España. Concretamente, se van a Torre Vieja, provincia de Alicante (comunidad de Valencia).
"Es la puerta de entrada, eso está claro. La visa es por dos años, renovable a dos más. Y nos gustaría ir más al sur, un lugar cerca de Málaga que se llama Costa del Sol (en la comunidad de Andalucía)", reveló Natalia.
Su esposo se va sin trabajo, pero se defiende muy bien trabajando la madera. El plan es capacitarse un poco más y largarse con un emprendimiento de amoblamientos de cocina y otros espacios. Además, su trayectoria laboral revela que se puede adaptar a los cambios y empezar de cero varias veces. Fue piloto de aviación en la Prefectura Naval. Se fue de baja, vendió autos en la Volkswagen y después entró a una empresa petrolera como administrativo. Ahora, estaba como jefe de compras y logística.
La versatilidad es una gran ventaja aprendida para esta familia. "Nos vamos con una valija cada uno y un carry on. Después cada uno elegirá qué llevar: si ropa o recuerdos", expresó Natalia, en una entrevista con LMNeuquén.
Aclaró que la decisión no responde a un cambio de gobierno. Si vamos a ser sinceros, esta familia no comparte para nada lo que ha hecho por el país ningún gobierno. "Llevamos varias decepciones. Los dos trabajamos re bien (Natalia, en los consultorios externos de varias clínicas de Neuquén; y su marido, en una petrolera), y siempre viviendo con lo justo", expresó. Tanto es así que la casa que dejan, ubicada en el barrio Villa Florencia de esta ciudad, no les pertenece. La alquilan hasta fin de mes. Y el auto que tienen es de 2011.
"Acá vendimos todo... solo nos quedan unos muebles y la casa la entregamos a fin de mes", contó Natalia.
Todavía conservan la cama de dos plazas, pero será donada. Una heladera, un lavarropa y... no mucho más. La mesa y las sillas son prestadas hace 12 años, es decir, desde que viven en Neuquén. Sus hijos ya están en la casa materna, para que sus padres puedan ocuparse de los últimos detalles antes de embarcarse en el viaje de sus vidas.
"Lo que queda está en cajas o valijas. El 31 de octubre dejamos la casa y unos amigos nos hacen el aguante los primeros días de noviembre, hasta que podamos irnos a Comodoro Rivadavia, donde yo tengo a mi familia", dijo la médica pediatra. Esa será la primera despedida familiar. Luego Misiones, de donde proviene su marido.
Viajan a España por una ruta aérea que tiene su punto de partida en Foz Iguazu, Brasil, en diciembre. En una segunda etapa, volverán por su perra Border Collie, que queda al cuidado de un familiar.
"La verdad que a nosotros no nos costó mucho la decisión. Para mí tiene que ser una decisión de la pareja. Si uno de los dos duda o no quiere, no. Si hay que convencer, creo que no sale. Nosotros nos preguntamos ¿qué es lo peor que nos puede pasar? que nos volvamos. Y Neuquén va a estar siempre en el mismo lugar. Comodoro Rivadavia y Misiones también. Hay que ser desapegados para tomar una decisión así, no solo de los afectos sino de lo material. La casa es una casa. La familia es la que nosotros construimos y priorizamos eso", expresó.
Es una familia a la que siempre le gustó viajar, y cuando tuvieron la oportunidad de salir del país y llegar a Europa, entonces descubrieron que hay otro mundo. "Te das cuenta que hay otra vida. No se nos prendió la chispa ahí, pero ya conociendo, ves que se puede vivir de otra manera. Incluso tengo muchos amigos médicos conocidos que se han ido. Claro, no todo es color rosa, sos el que es de afuera y el que se tiene que adaptar. Pero volvemos al mismo lugar, el esfuerzo acá no se valora, el trabajo y la capacitación. Ni siquiera podemos recorrer nuestro país, qué nos queda para el mundo. Esto fue un poco lo que nos pasó", advirtió.
El propósito, desde 2020
Habían terminado de pagar un terreno con intenciones de establecerse de forma definitiva en Neuquén. Pero después vino la pandemia de Covid-19, surgió la idea de irse a España y fue poner todas sus energías en ese propósito para cumplirlo.
"En España hay una crisis muy grande con algunas especialidades de la medicina, de modo que fue mandar un par de mails, armar un perfil de Linkedin y en una semana recibí novedades. El hospital que me contactó me tramita una visa pack como personal altamente calificado. Es una visa de trabajo que me permite ir con familiares ascendentes de descendentes. Todo sale mucho más rápido. Nos podemos ir con ese visado ya si pudiéramos", comentó.
La idea en realidad era mudarse a España en noviembre, pero surgió un hecho inesperado. Natalia comenzó con algunos problemas de salud y tuvo que ser intervenida quirúrgicamente en el útero. Después tuvo una complicación renal. Pero ya está mucho mejor, por suerte.
Rompiendo paradigmas
Claramente, van a extrañar. Sobre todo, los chicos van a extrañar a los amigos, al entorno y sus vivencias en la escuela. Pero familia no dejan. Estos niños nacidos en Neuquén ya se criaron sin abuelos, tíos, primos. En algún punto, en estas circunstancias puede ser una gran ventaja.
"Están entusiasmados, es algo nuevo para ellos. Pero con sentimientos encontrados. En la medida que pasen los días, que no haya cumples, piyamadas, juntadas, seguramente lo van a notar. Tienen la nostalgia de no saber cuándo vamos a volver a Neuquén y ver a sus amigos. Eso está contemplado. Pero allá comenzarán la escuela y harán un deporte. Van a volver a socializar", confesó. Natalia se toma el asunto como parte del proceso y confiesa una ansiedad tremenda por todo lo que se viene.
"Esta es una ciudad hermosa, y si tenemos que elegir un lugar para vivir en Argentina es Neuquén", reconoció.
Pero tras 12 años de vivencias en esta ciudad, se dan cuenta que sigue siendo todo muy difícil. "Mi marido trabaja en una petrolera, yo soy médica pediatra. Y aún así, no podemos pagar un pasaje a Comodoro Rivadavia que nos sale 600 mil pesos los cuatro, y son 50 minutos de viaje. Eso sale un pasaje a Europa. Tampoco somos de la idea de la casa. Lo que hay que hacer es viajar y acá -en el país- es imposible. Nosotros queremos trabajar y vivir bien ¿Qué es vivir bien? Para nosotros es viajar. Y acá realmente no podemos hacerlo. Estás corriendo atrás de los gastos", consideró.
Por eso, recalcó que no es un problema para ellos soltar trabajos ni bienes materiales a la hora de apostar por algo mejor.
"Ninguno de los dos en ningún momento tuvo el sueño de chico de la casa, y dejárselas a nuestros hijos. No dejamos nada material. Lo único que le vamos a dejar son los conocimientos para que hagan lo que quieran. Pero es una lucha contra el paradigma social", cerró Natalia.
Te puede interesar...
Lo más leído
Dejá tu comentario