El intendente Gonzalo Nuñez dio de alta un contrato con la empresa Fluxa SA, que se había ido por irregularidades en el procesamiento de las multas y morosos.
San Patricio del Chañar reactivó la instalación de radares en puntos estratégicos de la Ruta Provincial N° 7, camino a Vaca Muerta. La decisión fue impulsada por el intendente Gonzalo Núñez, quien revalidó el contrato con la empresa Fluxa SA, encargada de gestionar los cinemómetros automáticos.
Este convenio fue dado de baja durante la gestión anterior del exintendente, Leandro Bertoya, debido a una acumulación de 61 mil multas que no pudieron cobrarse, principalmente por la morosidad de los infractores, según pudo saber LMNeuquén.
Los radares fueron ubicados nuevamente en dos puntos clave: el kilómetro 40,8 y el kilómetro 50,6 de la Ruta Provincial N° 7, en jurisdicción de San Patricio del Chañar. Es el acceso a la localidad, donde no se podrá circular a más de 60 km/h en las picadas 19 y 8, en cruce con Ruta 7.
Estos cinemómetros, del modelo Digimax 4.0, registran las velocidades de los vehículos que circulan en ambos sentidos, tanto ascendente como descendente en la calzada, fue certificado por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
Radares: a qué velocidad circular
Se estableció una velocidad máxima de 60 km/h (ya que es ruta en travesía urbana) para estos tramos, y la captura de imágenes es frontal o en aproximación, lo que permite identificar con precisión las infracciones.
La instalación de radares no es una novedad en la provincia. Municipios como Senillosa, El Chocón y Picún Leufú han implementado sistemas similares, aunque no sin controversias.
Los cuestionamientos más fuertes giran en torno al uso recaudatorio de estas tecnologías, ya que las multas generadas representan una fuente importante de ingresos para las comunas.
En San Patricio del Chañar, los dispositivos están estratégicamente ubicados en el camino hacia Vaca Muerta, lo que ha generado críticas sobre el posible aprovechamiento económico a costa del tránsito que se dirige a uno de los mayores polos energéticos del país.
En Añelo: multas suculentas
Sin embargo, más allá de las quejas, hay un precedente en la región que refuerza la viabilidad del sistema. En Añelo, municipio también cercano a Vaca Muerta, las multas impuestas a empresas de transporte y particulares han generado ingresos significativos.
Las multas millonarias se han transformado en planes de pago que tanto empresas como particulares han aceptado, generando así una alternativa de recaudación para las arcas municipales. Este mismo modelo es el que busca replicar San Patricio del Chañar con la reinstalación de los cinemómetros y en localidades como El Chocón o Picún Leufú.
El regreso de los radares reaviva el debate sobre la función que estos cumplen. Si bien su implementación tiene el objetivo oficial de mejorar la seguridad vial, los detractores señalan que, en la práctica, son una herramienta de recaudación más que un instrumento preventivo.
El contrato con Fluxa SA, que había sido retirado previamente por problemas de cobro, vuelve a estar en vigencia, lo que genera expectativa sobre cómo se resolverá el tema de las multas impagas y si se evitarán los errores del pasado.
Según se desprende del texto de la carta documento, la compañía se comprometía a enviar la información de los infractores, procesarla, identificar el dominio y el conductor de del vehículo infractor, algo que no sucedió con frecuencia. Esto es producto de que algunas de las infracciones nunca pudieron ser cobradas por la comuna debido a esa falla técnica.
La ruta hacia Vaca Muerta sigue siendo un territorio de alta circulación vehicular, y los radares se convierten en protagonistas silenciosos de un camino que no solo conecta localidades, sino también diferentes posturas en torno a la seguridad vial y la recaudación municipal.
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