Argentina regresa al mercado internacional: emitirá un bono a cuatro años

El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció la emisión de un Bono del Tesoro Nacional denominado en dólares estadounidenses, con una tasa anual del 6,50% y vencimiento el 30 de noviembre de 2029. Se trata del BONAR 2029N, un título bajo ley argentina dirigido a inversores que quieran colocar ahorros en moneda norteamericana y, al mismo tiempo, participar en la financiación de compromisos del Estado.

Caputo comunicó la decisión oficial durante una entrevista televisiva, donde afirmó que “el país necesita cubrir pagos sin afectar las reservas” y que este instrumento ayudará a cumplir ese objetivo. El funcionario indicó que el Tesoro pagará “una parte” del vencimiento previsto para el 9 de enero, una obligación que asciende a unos USD 4.300 millones. Según su explicación, el propósito central es evitar un retroceso en el stock de divisas disponibles.

El ministro insistió en que el fortalecimiento de la posición externa del Banco Central influye en el nivel de riesgo país, las tasas locales y el acceso al crédito. “Una mejora en el balance del Banco Central colabora con tasas más bajas para familias y empresas”, señaló en la misma entrevista.

Reacción del mercado y detalles de la emisión

Los bonos soberanos argentinos registraron subas moderadas en los primeros minutos posteriores al anuncio. El riesgo país retrocedió unos 14 puntos para quedar cerca de los 620. Esa reacción mostró un interés inicial por parte de los inversores, aunque todavía queda por ver el resultado efectivo de la licitación.

JAVIER MILEI Y LUIS CAPUTO

El nuevo bono se denomina en dólares, paga un cupón anual del 6,5%, liquida intereses en forma semestral y amortiza el 100% del capital al vencimiento. La suscripción y el pago se realizarán únicamente en dólares y bajo legislación local. El Tesoro apuesta a que la demanda supere el monto mínimo esperado, lo que permitiría reforzar el calendario financiero sin necesidad de utilizar reservas del Banco Central.

Un comunicado oficial fundamentó esta estrategia. Según Economía, la emisión se impulsa en un escenario de compresión de tasas en los bonos en dólares, producto del resultado electoral y del rumbo del programa económico. En ese marco, el Tesoro busca ampliar su capacidad financiera para cubrir vencimientos sin deteriorar la posición externa.

El mensaje oficial agregó que “con costos sostenibles, el Tesoro retoma una estrategia para refinanciar capital en dólares sin alterar el proceso de fortalecimiento del balance del Banco Central”. La intención es que la acumulación de reservas continúe sin interrupciones.

Una señal en el inicio de un año con fuertes compromisos

El producto de esta licitación se utilizará para cancelar parte del vencimiento de los Bonar 30 y Bonar 29, que operarán el 9 de enero de 2026. Ese pago forma parte de un compromiso más amplio: el primer mes de 2026 incluye un total estimado de USD 4.300 millones por capital e intereses asociados a títulos emitidos bajo legislación internacional durante la reestructuración de deuda.

El Gobierno proyecta atender esas obligaciones sin alterar la meta de acumulación de divisas. Ese objetivo explica la decisión de impulsar financiamiento en dólares bajo ley argentina. De este modo, el Tesoro busca evitar una salida abrupta de reservas, incluso en un período donde se concentran pagos relevantes.

La recepción de ofertas se realizará entre las 10 y las 15 horas del 10 de diciembre de 2025. La liquidación está prevista para el 12 de diciembre. La modalidad incluye dos tramos: uno no competitivo, pensado para inversores minoristas, con un límite de USD 50.000; y otro competitivo, sin tope y orientado a participantes profesionales que deberán indicar precio por cada USD 1.000 de valor nominal.

Javier Milei y Luis Caputo.jpg

Las órdenes deberán canalizarse a través de agentes de liquidación, compensación o negociación registrados en la Comisión Nacional de Valores. El monto máximo a colocar surgirá de la subasta conforme a lo establecido por la Resolución Conjunta Nº 9/2019 de las Secretarías de Finanzas y de Hacienda.

Un mensaje político y financiero

La última emisión de deuda argentina en mercados internacionales ocurrió en enero de 2018, también bajo la gestión de Caputo. Sin embargo, esta colocación se rige por ley local y no implica un regreso al financiamiento externo. Se trata de un instrumento pensado para el mercado doméstico, aunque denominado en dólares, con el objetivo de ordenar el perfil de vencimientos sin exponer al país a litigios extranjeros.

El Gobierno sostiene que la estabilidad del mercado cambiario depende de mantener el nivel de reservas. Por eso, cada decisión de financiamiento se evalúa en términos de su impacto en el balance del Banco Central. Esta licitación forma parte de una estrategia que prioriza la solidez de la hoja de balance por encima de la expansión del gasto.

Economía remarcó que los pagos futuros están contemplados dentro del programa financiero anual y que el Tesoro deberá contar con las divisas necesarias para cumplir con ellos. El enfoque oficial apunta a sostener la credibilidad y reducir el riesgo país, lo que permitiría disminuir el costo del crédito en el circuito interno.