El proyecto multipropósito le permitiría al gigante asiático proyectarse hacia la Antártida y tener una presencia destacada en el paso bioceánico. Gran preocupación sobre la soberanía y el control extranjero en infraestructuras clave.
China busca expandir su influencia en Argentina a través de proyectos en sectores estratégicos, como la construcción de un puerto multipropósito en Tierra del Fuego. Este proyecto permitiría a China tener una proyección directa hacia la Antártida y una presencia destacada en el paso bioceánico del fin del mundo.
En agosto del año pasado, el gobernador de Tierra del Fuego firmó un memorándum de entendimiento con la empresa China Shaanxi Chemical Industry Group para la construcción de un proyecto petroquímico que implicaría una inversión de 1250 millones de dólares. Este acuerdo fue ratificado posteriormente por el gobernador Gustavo Melella en diciembre.
El objetivo de este proyecto es lograr una producción anual de 900 mil toneladas de urea, 600 mil toneladas de amoníaco sintético y 100 mil toneladas de glifosato. Además, se contempla la construcción de una terminal portuaria multipropósito en la ciudad de Río Grande, una necesidad reconocida tanto por oficialistas como por opositores.
Aunque los detalles del acuerdo no han sido revelados públicamente y solo se conocen a través de declaraciones de funcionarios provinciales, resulta evidente que China tiene la intención de construir su propio puerto en una zona estratégica de Argentina. Sin embargo, desde la provincia de Tierra del Fuego niegan esta afirmación. Andrés Dachary, secretario de Asuntos Internacionales de Tierra del Fuego, afirmó que el memorándum no implica la obligación de construir un puerto y que se está trabajando para evitar incluirlo en el acuerdo.
Es llamativo que la provincia haya firmado un acuerdo con China que incluye un puerto, mientras simultáneamente mantiene negociaciones avanzadas con la empresa argentina Mirgor para la construcción de una base portuaria en Río Grande, la misma ciudad que interesa a Beijing.
A pesar de que Dachary afirmó que el acuerdo con China se centra en el desarrollo del proyecto petroquímico y no en infraestructura estratégica, desde China se espera que el memorándum sea aprobado por la Legislatura de Tierra del Fuego tal como fue presentado, incluyendo la construcción del puerto, aunque saben que no será fácil lograrlo.
Las razones detrás del interés chino en desembarcar en Tierra del Fuego son tanto comerciales como geopolíticas. La ubicación estratégica de la provincia, con su proyección directa hacia la Antártida y su posición en el paso bioceánico entre el Pacífico y el Atlántico, junto con la soberanía sobre las Islas Malvinas, la convierten en un lugar de importancia para cualquier país.
Según el diputado nacional Héctor Stefani, Tierra del Fuego tiene una relevancia global significativa debido a su ubicación estratégica, especialmente en el contexto de un posible conflicto entre Estados Unidos y China, donde medidas como impedir el paso por el Canal de Panamá podrían afectar la competitividad china y aumentar la relevancia de Tierra del Fuego como punto de conexión entre el Atlántico Sur y el Pacífico.
Ante esta situación, existe consenso entre los sectores de oposición de que el desarrollo del puerto petroquímico y la operación portuaria deben estar en manos de capitales nacionales y no de potencias extranjeras, sin importar si son chinos, estadounidenses o brasileños, según el diputado Federico Frigerio.
Aunque desde Tierra del Fuego aseguran que el proyecto será de capitales nacionales, la presión china persiste. Estados Unidos y la Unión Europea expresan su preocupación sobre esta situación, ya que consideran que en caso de un conflicto global a gran escala, China podría utilizar el control que tiene sobre sus puertos para convertirlos en instalaciones militares en lugar de civiles.
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