Entra en vigencia el silencio positivo: ¿De qué se trata la medida que busca simplificar trámites estatales?
Con la medida, los trámites que no sean respondidos en un plazo determinado, se resolverán favorablemente para quien interponga ese pedido.
A partir del 1 de noviembre, Argentina puso en marcha el “silencio positivo”, una nueva medida destinada a agilizar los trámites administrativos en el Estado. Esta iniciativa, impulsada por el gobierno de Javier Milei establece que, si la administración pública no responde a una solicitud dentro de un plazo determinado, se interpretará como una aprobación tácita de la misma.
El “silencio positivo” se aplica a un conjunto de aproximadamente 500 trámites administrativos que requieren una autorización oficial. Según esta normativa, si un ciudadano presenta una solicitud y no recibe respuesta en un plazo de 60 días, podrá considerar que su solicitud ha sido aprobada.
El objetivo principal de esta medida es resolver cuestiones “mundanas” y mejorar la eficiencia del funcionamiento del Estado, evitando que los trámites se estanquen debido a la inacción de los funcionarios. Desde el gobierno se argumenta que esta reforma otorga más libertad a los ciudadanos y limita la capacidad del Estado para retrasar o bloquear gestiones.
Cómo se aplicará el Silencio Positivo
El decreto menciona algunos ejemplos de trámites a los que se podría aplicar el “silencio positivo”, como la autorización para la realización de trabajos aéreos, la autorización de redes de radiodifusión ante el Enacom, o la autorización para emitir factura A. Sin embargo, se aclara que no se aplicaría a temas más complejos como transferencias de licencias de comunicación audiovisual o cambios de control accionario en servicios TICs.
Si bien la medida busca resolver principalmente cuestiones “mundanas”, existe un debate sobre su alcance y los posibles riesgos que podría implicar.
“Un paso trascendental”
Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, fue el principal impulsor del “silencio positivo”. Sturzenegger ha celebrado la medida como un “paso trascendental” para la simplificación de los procedimientos en el Estado. El ministro también ha destacado que se realizó un relevamiento de trámites a los que aplicaría este criterio, validados por la Secretaría de Planeamiento Normativo.
¿Cómo funciona Silencio Positivo en el mundo?
Para justificar la implementación del “silencio positivo”, el gobierno argentino cita como ejemplos a países como Chile y Francia. En Chile, el silencio positivo opera luego de cinco días de presentada una denuncia de incumplimiento del plazo, y en Francia, se incorporó en 2013 como parte de un esfuerzo por simplificar trámites.
Cambio en la manera de hacer trámites
La implementación del “silencio positivo” es un cambio significativo en la forma en que funciona la administración pública en Argentina. Si bien se presenta como una herramienta para combatir la burocracia y agilizar trámites, también genera interrogantes sobre su posible impacto en el control de los recursos del Estado.
A pesar de las aclaraciones, la medida generó preocupación en algunos sectores. La oposición critica la posibilidad de que el “silencio positivo” facilite la apropiación indebida de bienes del Estado. Se argumenta que, si el Estado no responde a un reclamo sobre la propiedad de un bien en el plazo establecido, cualquier persona podría quedarse con él.
La senadora Juliana Di Tullio advirtió durante el tratamiento de la ley que esta modificación podría habilitar “negocios inmobiliarios” con bienes del Estado.
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