Serían cuatro jóvenes con antecedentes, según surge de la investigación para esclarecer la muerte de Guillermo Alfredo López.
La Justicia identificó a los presuntos asesinos de Guillermo Alfredo López, el comandante mayor de Gendarmería que fue brutalmente asesinado, este último jueves, de siete balazos en un intento de robo en el barrio bonaerense de El Palomar.
El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso fue quien aseguró este sábado: “Estamos trabajando en encontrarlos y encerrarlos". El funcionario dijo que a las 24 horas de haberse producido el homicidio ya sabían quiénes habían sido. “A las 48 horas teníamos el pedido de detención avalado por el fiscal y el juez", afirmó Alonso.
Indicó que se trata de cuatro jóvenes sospechosos que tendrían antecedentes penales y que los investigadores intentan determinar dónde se escondieron tras incendiar el auto en el que circulaban.
Según NA, el resultado preliminar de la autopsia del gendarme Guillermo Alfredo López, de 55 años, “sufrió dos impactos de entrada y salida, uno en el brazo izquierdo, otro en el antebrazo del mismo lado y otros dos en la extensión de ese miembro”.
Se desprende del informe que una bala ingresó en el glúteo derecho, la cual quedó alojada en aquella zona, mientras que los proyectiles restantes fueron en la axila izquierda con salida el por el dorsal y la última en el hueco externo.
El gendarme no alcanzó a defenderse
Los investigadores del caso determinaron que los agresores abrieron fuego contra el oficial porque vieron que tenía un arma, que al final éste nunca pudo utilizar para defenderse del ataque.
Los peritos de la Policía Científica recogieron de la escena del crimen un total de 13 vainas servidas.
Se constató que el Toyota Etios en el que circulaban los delincuentes fue robado un día antes en el partido bonaerense de La Matanza, y tras el homicidio lo prendieron fuego en Fuerte Apache, ubicado en Ciudadela, partido de Tres de Febrero.
Previo al crimen de López, los delincuentes usaron ese mismo vehículo para asaltar a un vecino en Caseros al que le sustrajeron el celular, bajo la modalidad piraña.
El asesinato se produjo cerca de las 19 a pocos metros de la vivienda de la víctima, situada en Villegas y Atahualpa.
Las imágenes de las cámaras de seguridad captaron el momento en el cual cuatro delincuentes se bajaron de un Toyota Etios negro y apuntaron hacia el interior del vehículo donde estaba el gendarme, junto a un compañero de la fuerza.
En ese momento se escuchó que uno de los ladrones gritó "¡Levantá las manos!", y se inició un intercambio de disparos entre el delincuente y los gendarmes; López resultó gravemente herido y falleció pocos minutos después. En tanto, el otro oficial de la fuerza, Leonardo Lopardo, salió ileso del tiroteo.
FUENTE: NA
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