Pepe Mujica desea que lo entierren junto a su perra Manuela

El ex presidente de Uruguay, Pepe Mujica, dio una reciente declaración en donde destacó que quiere que al morir, sus restos descansen junto a los de su perrita, Manuela. La mascota del político murió en el año 2018, y se le conoció porque acompañó al mandatario en diversas entrevistas y actor protocolares durante su gobierno.

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Pepe Mujica quiere que lo entierren junto a su perrita Manuela

La mascota de Pepe Mujica, expresidente uruguayo del 2010 al 2015 murió en 2018, y sus restos fueron enterrados bajo el árbol de secuoya que tiene el exmandatario en su casa de campo. Además, es preciso destacar que Manuela había perdido anteriormente una de sus patitas, luego de un accidente.

En una entrevista brindada a CNN, Pepe Mujica indicó sobre el fallecimiento de Manuela y su deseo de ser enterrado junto a ella: “Está muerta. Vivió 22 años, lo que es un récord para un perro. El día que yo me muera he pedido que me incineren y que las cenizas las pongan ahí, abajo de ese árbol, junto a Manuela”.

En una oportunidad, Pepe Mujica comentó: “Cuando más conozco a los humanos, más adoro a los perros”. Esta frase la dio en medio de una entrevista, también para la cadena CNN. “Recibí unas críticas brutales de mi propia gente. Pero ha sido mi manera de ser. Fui presidente y nunca agarré el teléfono para rezongar a ningún medio de prensa, esos que a uno le critican. He llegado a la conclusión de que es mucho mejor tratar de convencer y no ofender. Y soportar las ofensas. No es negocio cultivar odios”, señaló.

Luego, sobre los derechos humanos, Pepe Mujica comentó: “Parece que la humanidad no quiere aprender de su experiencia histórica. ¿De qué sirvió el bloqueo que le hicieron a Franco? Sirvió para que el pueblo español pasara hambre. ¿De qué sirvieron los otros bloqueos? Sencillamente, cuando se rehúsa a instrumentar salidas políticas se olvida aquella vieja afirmación que dice ‘en una plaza sitiada, cualquier discrepancia es hereje’. O aquel consejo de Napoléon, ‘cuando tengo la fortaleza sitiada, lo más racional es dejar una ruta de escape’”.