Condenan a un pastor a más de 10 años de cárcel por violar a su hijastra
Los hechos por los que se condenó al pastor tuvieron lugar en una vivienda de Centenario. El condenado fue inscripto al registro de ofensores sexuales.
Un pastor evangélico de Centenario fue condenado a cumplir más de 10 años de cárcel por violar a su hijastra por años. La fiscalía había solicitado 12 años de prisión.
La teoría del caso que logró acreditar en juicio a inicios de octubre la fiscal del caso Valeria Panozzo, quien lleva adelante la acusación en representación del Ministerio Público Fiscal, es que el imputado -identificado como D.A.G para proteger la identidad de la víctima- abusó sexualmente de la hija de su pareja, de forma continuada, en fechas indeterminadas pero en un lapso que habría tenido lugar entre octubre de 2016 y noviembre de 2020.
Respecto de la modalidad, la fiscalía sostuvo que los ataques ocurrieron en una vivienda en la que convivían, ubicada en un barrio de la ciudad de Centenario y, además, el imputado aprovechaba su condición de pastor de una iglesia evangélica para ocultar los abusos y someter a la víctima.
Luego de tres días de juicio durante los cuales se expuso toda la prueba contra el hombre, el tribunal encargado de juzgar el caso, compuesto por los magistrados Luis Giorgetti, Lucas Yancarelli y Estefanía Sauli, consideraron acreditados los hechos y condenaron al hombre como autor de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante –continuado- en concurso real con abuso sexual con acceso carnal, ambos agravados por la convivencia preexistente y por ser el acusado ministro de un culto.
En el juicio de cesura que se llevó adelante esta semana, Panozzo requirió la imposición de una pena de 12 años de prisión, mientras que la defensora de los Derechos de Niñez y Adolescencia, Andrea Rapazzo, adhirió al pedido.
Tras analizar también el pedido de la defensa en base a los agravantes y atenuantes argumentados por cada parte, el tribunal estableció la pena en 10 años y 6 meses de prisión.
Finalmente, por pedido de la acusación, los jueces ordenaron la inscripción del condenado en el Registro de Identificación de Personas Condenadas por Delitos contra la Integridad Sexual (RIPeCoDIS).
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