¿Cuál es el estafador de la clínica Pasteur que renunció al trabajo?
Se desempeñaba en un organismo nacional desde hacía seis meses. Le notificaron que se le habían iniciado un sumario. Se alzó con 24.6 millones de pesos.
Entre 2018 y 2021, se concretó una de las estafas más importantes en la historia del crimen de Neuquén. La maniobra ascendió a 228 millones de pesos, monto actualizado a abril de 2024. Participaron 16 personas y la damnificada fue la clínica Pasteur.
El fiscal del caso, Juan Manuel Narváez, logró que el ideólogo y ejecutor de la estafa, Abel de la Cruz Retamal, fuera condenado a tres años de prisión efectiva, un hito. En la actualidad, Retamal se encuentra viviendo en una celda de la unidad penal 12 (U12) en el oeste neuquino.
Uno de los participantes de la maniobra, renunció recientemente a su trabajo a un organismo nacional por vergüenza. De todas formas, ya habían articulado las acciones del reglamente para echarlo.
Impacto en la Clínica Pasteur
Retamal, oriundo de Cinco Saltos, ingresó a la trabajar a la clínica Pasteur donde le dieron la posibilidad de crecer y hasta le financiaron una serie de capacitaciones para trabajar en el área contable, liquidación de haberes.
El joven, muy inteligente, una vez que tuvo los conocimientos contables necesarios, ideó una maniobra por la que desvió fondos de la Clínica Pasteur a cuentas de familiares, amigos, exempleados y empleados de la clínica.
Como en toda historia de estafas, la ambición y los detalles suelen tropezar y es ahí donde todo queda a la luz.
Cuando fue descubierto Retamal, en octubre de 2021, el primer acto reflejo fue renunciar y pedir que quedara todo ahí. Lo cierto es que la clínica auditó y descubrió que la maniobra era un robo hormiga millonario y descubrió a empleados de extrema confianza involucrados.
El golpe fue tan duro que radicaron la denuncia en fiscalía y designaron un querellante para seguir de cerca los avances de la causa. En cuanto a la administración contable de la clínica fue puesta en manos de un estudio.
La lista de imputados llegó a 16, incluido Retamal. Ninguno quedo impune.
La última renuncia
Varios de los que eran empleados de la clínica renunciaron y otros fueron despedidos, obviamente que motivos sobraban.
En abril de este año, LMN develó los detalles, montos y rostros de cada uno de los involucrados en la maniobra y ese informe tuvo un impacto en empresas que tenían entre sus empleados a algunos de los estafadores.
Hay dos claros ejemplos.
Adriana Domínguez, amiga de Retamal, quedó en evidencia en la empresa que trabajaba donde fue llamada por el área de recursos humanos donde le notificaron que no pretendían tenerla en su plantel por lo que fue despedida con el pago de todo lo que dicta la ley.
De hecho, cuando le dieron la probation, Domínguez a modo de reparación ofreció entregar los 3 millones de pesos que recibió de indemnización por el despido.
El otro que había quedado en la mira fue Leandro Gastón Torres, uno de los amigos de Retamal al que más dinero el derivó durante los años que duró la maniobra.
En total, Torres recibió 24.6 millones de pesos, según la última actualización que hizo la fiscalía en abril de 2024. Un detalle interesante es que cuando se descubrió la maniobra Torres cursaba sus últimas materias en la carrera de Administración de Empresas de la UNCo.
De hecho, el joven se recibió en noviembre del año pasado: “le entregamos el título en el último mes del año pasado”, indicó una fuente de la casa de altos estudios a LMN.
En esa conversación confiaron que “nos enteramos de todo cuando ustedes dieron la nota en abril. De inmediato las autoridades de la Facultad de Ciencias Económicas iniciaron la averiguación de cómo se debía proceder desde lo reglamentario ya que Torres había sido incorporado a principios de este año como ayudante de primera en la carrera de administración de empresas.
Teniendo en cuenta que los profesores deben tener determinados parámetros de conducta y comportamiento ético había ahí algunos motivos suficientes para iniciarle un sumario.
“Le notificamos el inicio del sumario administrativo que conducía a su desafectación”, reveló la fuente durante el diálogo mantenido con este medio.
Lo cierto es que Torres, ante la vergüenza de quedar a la luz sus actos poco éticos y entendiendo que ya no sería lo mismo pararse delante de los alumnos universitarios, decidió dar por terminada la relación laboral.
Fue así como “presentó la renuncia a partir del 1 de junio y fue aceptada por el Consejo Directivo”, develó la fuente.
De esta forma, Torres que tiene un probation por tres años, cumplimiento de normas de conducta, tareas comunitarias y se comprometió a reparar el daño a la clínica con un pago inicial de 2 millones en efectivo y el resto en doce cuotas fijas de 200 mil pesos.
Uno por uno los estafadores
A la condena de Retamal se suma el resto de la troupe de estafadores.
Juan Ignacio Guzmán, coautor de la defraudación, recibió una condena en suspenso y deberá cumplir con presentaciones en una unidad policial en Nueva Zelanda, donde actualmente reside.
Yamila Grisel Pávez, principal aliada de Retamal, fue condenada a tres años en suspenso. Jorge Ignacio Román y Nadia Abril Pérez, ambos participes necesarios, recibieron penas similares de hasta tres años en suspenso.
Diego Fernando Leiva, Fidel Martín Araya, Evelyn Mariel Cofré (exnovia de Retamal) y Miguel Ángel Pérez (suegro de Retamal), accedieron a una probation por tres años, evitando así la prisión efectiva, pero obligándose a cumplir con ciertas condiciones.
En la última tanda entraron los siete restantes: Leandro Torres, Susana Palleres, Arnaldo Andrés Jiménez, Juan Guillermo Larenas, Adriana Domínguez, Fabio Amaza y Valeria Lujan Marcello.
A todos se les dictó una probation por tres años con el cumplimiento de normas de conducta y tareas comunitarias. Además, todos, de acuerdo con su economía actual, tuvieron que reparar el daño económico a la Clínica Pasteur. Es decir, nadie se la llevó de arriba.
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