El crimen del policía Víctor Garro, el error, la corpo y un dolor que late
Habrá un homenaje en la localidad de Añelo. En exclusivo hablamos con la mamá y la hija del subcomisario Víctor Garro, asesinado en servicio.
Hoy, sábado 5 de octubre, se cumplen 10 años del crimen del policía Víctor Garro, asesinado a sangre fría durante un operativo de rutina en la toma El Mirador de Añelo. Habrá un acto conmemorativo en la localidad donde estará su familia y la jefatura de Policía.
La familia Garro luchó por justicia y sintió tenerla cuando condenaron, en mayo de 2015, a los asesinos: los chilenos, Emilio Ruiz Valdevenito y su hijo Héctor Hernán Ruiz Herrera.
En julio de 2022, los Garro quedaron en shock cuando se enteraron, por una investigación de este periodista, que en junio de 2021 había sido extrañado uno de los asesinos, Héctor Hernán Ruiz Herrera.
En la investigación se describió que la jueza de Ejecución Penal Raquel Gass, extrañó por un error del asistente letrado Carlos Caroselli, a Ruiz Herrera que recién podría acceder a ese beneficio en 2029.
Este hecho, se mantuvo oculto hasta que la investigación periodística lo sacó a la luz. En ese periodo, Caroselli se jubiló sin ser sancionado.
Luego, la corpo político-judicial salvó a la jueza de la destitución tras recapturar en septiembre de 2023, en Chile, a Ruiz Herrera. No hubo ningún tipo de sanción para nadie en la justicia pese a su negligente accionar.
En las puertas de este nuevo aniversario pude dialogar con la mamá y la hija de Víctor Garro, Mari Monsalve y Victoria Garro. La jueza Raquel Gass me tiene bloqueado. Así son las cosas.
“La justicia nos dio una puñalada por la espalda”
Mari Monsalve, mamá de Víctor Garro, tiene una fortaleza y una apertura al diálogo admirable. Como madre a la que le asesinaron un hijo carga con un dolor que es un estigma que lo va a llevar consigo hasta su último día de vida.
Por otro lado, es muy comprensiva, pero no ingenua y sabe que hubo actores vinculados al error judicial que le dieron la espalda y se llamaron a silencio.
Incluso, estimo que, si la jueza Gass los hubiese llamado en forma inmediata para comunicarles el error que se había cometido, los pormenores de lo ocurrido y todo lo que se estaba haciendo para recapturar al asesino, Mari y los Garro se habrían mostrado dolidos, pero contenidos y seguramente se habrían puesto a disposición para lo que fuere porque son una familia humilde, trabajadora y correcta.
Ni la Justicia, ni el Gobierno, ni la Jefatura se acercaron a Mari y cuando se pierde un hijo en servicio a la provincia, ese ninguneo debe ser tormentoso.
Justamente por eso, Mari lo primero que destacó en el diálogo que mantuvimos esta semana fue que por fin fue escuchada.
“Esta semana estuvimos en una entrevista con la vicegobernadora, ella quería conocer a la familia de Garro. La verdad fue un encuentro lindo porque del otro gobierno nadie nos recibió. Me sentí como en casa y escuchada. Lo que le recalqué a ella, fue el dolor que sentí como madre cuando de la justicia nos dio una puñalada por la espalda al liberar al asesino. Me enteré por tu nota y es algo que te lo voy a agradecer de vida porque nosotros no sabíamos nada. Ni una llamada recibimos, ni de la justicia ni de la jefatura”, recordó María.
“Ni castigo se le dio a la jueza que lo liberó. Yo pregunto, y toda esa plata que se mueve para llevarlo, buscarlo y traerlo se lo podrían haber descontado a la jueza”, preguntó.
“La vicegobernadora me escuchó y no podía creer todo lo que pasamos. Ahora al menos una no se siente tan abandonada. Mi hijo dio la vida por el uniforme. Y si bien agradezco todos los años que se le hizo un homenaje, pero lo que no puedo perdonar son las mentiras, nadie sabe el dolor que una carga, pero me hice fuerte y a mi Negrito lo llevo en mi corazón y estaré a donde pueda estar cada vez que le hagan un homenaje”.
Victoria: “Que sepan que nos duele la vida”
“Ese sábado se fue tipo 17, y yo estaba durmiendo la siesta y le pegué el grito porque quería darle un beso. ‘No te quería despertar. Suerte mañana con tu examen de danzas. Cuando llegue hacemos algo’. Eso fue lo último que me dijo, me dio un beso, me hizo cosquillas y se fue”, así me describió Victoria su último recuerdo con el papá. Al día siguiente todo fundió a negro. Ella tenía solo 17 años.
Por esas cosas de la vida con Victoria nos encontramos en una especialización en perfilación criminal a nivel iberoamericano.
En el grupo de WhatsApp que se armó, éramos los dos que teníamos el 299 y un día recibí su mensaje y mientras chateábamos quedé sorprendido al saber que era la hija de Garro.
Tras la tragedia, Vicky fue mamá y se sumó a la Policía. En vez de repeler ese laburo en el que mataron a su papá, ella lo resignificó y comenzó a hacer carrera en todo lo que está vinculado a la investigación criminal. Hasta la tecnicatura de criminalística realizó.
Justamente contando su historia fue que descubrí la liberación por error de uno de los asesinos de su padre y cuando le comenté y publiqué la investigación quedó impactada junto con toda su familia.
Pese a todo, siempre fue muy medida y correcta a la hora de hablar de su papá y del error de la justicia. Cuanto tuvo que ser crítica no le tembló la voz delante de nadie y eso es admirable.
A Victoria le gusta escribir para madurar lo que quiere decir y en este aniversario que remueve lo más profundo de su ser, me acercó estas palabras.
“En esta fecha se remueven los recuerdos, recordamos un poco mas de lo habitual tu sonrisa y tu ser. Hoy me permito llorar a mares así lo siento, me permito estar triste y dejar salir esas lagrimas que brotan de mi corazón, sin olvidar que ese momento no puede ser mas que un instante y luego debo pararme firme y seguir caminando, porque eso querrías vos.
“Hoy se cumplen 10 años desde que no estas y yo no puedo hacer mas que pensarte y extrañarte con el alma en pedazos. Parece mentira que hace 10 años no me sostiene tu mano, que no escucho tu voz, que no están las piernas de papá para sentarme y abrazarte.
“Papi te escribo estas líneas con la intención de que mis palabras vuelen alto y lleguen a tu corazón, en este plano quedó tu princesa que inconscientemente sigue esperando que su papá regrese del trabajo con los brazos abiertos para abrazarme fuerte y protegerme del mundo.
“Hoy, ya mujer, mamá, pienso en tu valentía e intento seguir tus pasos, luchando por lo justo, alzando la voz para que nadie se olvide. Que sepan que nos duele la vida cuando no vuelven, nos duele la vida cuando no los cuidan, nos duele la vida cuando los olvidan.
“Mi deseo hoy es que la vida del policía se honre en vida y no muertos. Que Dios ilumine el corazón de aquellas personas encargadas de velar por la seguridad de cada efectivo y hagan lo necesario para no falte nunca más un papá en casa”.
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