Narcomenudeo: el vínculo oscuro entre adicción y violación
El narcomenudeo conlleva un incremento del consumo que deja un tendal de adictos. Hay historias tremendas que están siendo investigadas por la Justicia.
El narcomenudeo va de la mano con el aumento del consumo de drogas en la provincia y ha transformado a Vaca Muerta en "Vaca Narco". La realidad está plagada de historias de horror. Una de las más impactante, es la de jóvenes que, debido a la adicción, se convierten en víctimas de abuso sexual.
Estas vidas están marcadas por la vulnerabilidad en la que se encuentran y el miedo a denunciar.
Desde 2017, la cocaína se instaló firme en Neuquén. El dato concreto es que las fuerzas de seguridad, tanto locales como nacionales, pasaron a secuestrar más cocaína que marihuana.
“De hecho, la marihuana que vemos ya no es la compactada paraguaya, sino que son plantas que secan ellos mismos y le trituran hasta el tallo”, confió una fuente de ese entonces a este medio.
En la actualidad, el Registro del Programa Cannabis (REPROCANN) permite tener en forma legal hasta cuatro plantas para consumo propio y bajo certificado médico.
En sendos operativos de la Policía Federal y Antinarcóticos de la Policía neuquina se ha observado que hay muchos que tienen la autorización del Reprocann, pero exceden por lejos la cantidad de plantas que tienen por destino la comercialización.
El negocio de la cocaína
En cuanto al avance de la cocaína, fue una ecuación netamente económica, “se le saca mucho más dinero que a la marihuana”, confió la fuente.
Los valores de este mercado clandestino, obtenidos por este medio, indican que el bagullo y el cogollo de marihuana ronda los 8 mil pesos. En tanto, la dosis de cocaína de medio gramo está en 10 mil pesos.
La cocaína se adquiere en los kiosquitos de los barrios, hay en todos, o con un dealer de confianza, algunos hasta visitan oficinas tanto públicas como privadas.
Una modalidad que ven mucho los investigadores y que también surge de las escuchas son las compras grupales. Juntan dinero entre varios para que les hagan precio. Otros compran todos los días una dosis y hay quienes adquieren de tres a cinco dosis para el finde. Estas son las combinaciones más comunes que se han advertido en las investigaciones.
Pero también están los adictos, personas que padecen por el consumo, que son capaces de todo para conseguir una dosis más. Cada vez son más los adolescentes y jóvenes adictos que hacen lo que sea por conseguir un poco más.
Como dinámica para conseguir dinero para comprar droga, los varones realizan hurtos y robos. En el caso de las mujeres, se observa patrones similares, pero en medio de las crisis de abstinencia, cuando están cegadas por una dosis, suelen ser víctimas de abuso sexual a cambio de droga.
Darle visibilidad a la problemática
La adicción a las drogas es transversal a las clases sociales, la diferencia radica en la posibilidad de brindar tratamiento al familiar o no. Después, todo depende de la situación de cada paciente. Cada uno tiene su propio infierno y no todos pueden escapar.
La cocaína suma más víctimas que narcos. No lo olvide, porque junto al adicto hay familias enteras arrasadas.
En materia de vínculos entre droga y sexo, hay muchas cosas que se sabían que pasaban, pero nunca surgía la posibilidad de visibilizarla.
Desde LMN contamos los vínculos entre policías y narcos en el oeste neuquino donde liberaban zona a cambio droga o sexo oral que brindaban las jóvenes integrantes de las bandas, vulneradas hasta en su integridad.
Pero esas situaciones de abuso que se repiten en el mundillo de las adicciones nunca había quedado tan expuesto como ahora.
Caso testigo
La creciente demanda de cocaína han llevado a situaciones alarmantes de abuso. Un caso particularmente inquietante ejemplifica la brutal realidad que enfrentan muchas jóvenes adictas en Neuquén.
No daremos demasiada información específica para proteger a las víctimas y la investigación que está en curso. Sí podemos asegurar que hay un caso testigo sobre el que avanza el Ministerio Público Fiscal (MPF) donde un dealer sometía a jóvenes adictas.
El hombre en su casa tenía “luces led de colores, un pool, bebidas, droga. Era un bulín”, confió una fuente de la investigación a LMN.
El modus operandi detectado, da cuenta que el dealer entablaba contacto por WhatsApp o Messenger y a partir de ahí las citaba en una plaza cercana a su casa. Las invitaba a ingresar y luego les convidaba alcohol y cocaína.
Tras el cóctel y una charla, avanzaba sobre ellas para tener sexo. Muchas ni siquiera consentían por el grado de intoxicación y las que se negaban tampoco podían ofrecer demasiada resistencia porque el estado en el que estaban.
En su mayoría, se trata de jóvenes adictas que iban en busca de droga, algunas de las cuales trocaban sexo por cocaína. Pero esto no es consentimiento, al menos es discutible desde la salud física y mental.
En una persona adicta las áreas del cerebro responsables de la toma de decisiones, el autocontrol y la planificación se ven afectadas. Esto dificulta la capacidad de evaluar las consecuencias de sus acciones y la toma de decisiones racionales. Motivo por el cual, la capacidad de ejercer juicio y autocontrol está disminuida, lo que hace que la persona actúe impulsivamente en busca de más droga.
El target de clientas del dealer eran jóvenes extremadamente vulnerables. Y todo salió a la luz a partir de una denuncia de rapto seguido de violación.
Las pesquisas avanzaron y surgieron otros relatos, pero hay mucho temor de parte de las víctimas.
Ahora, hay un pulseada de la Justicia contra el terror, ya que estas jóvenes que confirmaron haber sido abusadas tienen que denunciar, pero el miedo se impone junto con crisis de abstinencia y recaídas, lo que hace que sea muy difícil avanzar si no se genera un escenario propicio para la contención de estas víctimas.
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