Tolosa reabre el debate: ¿Víctima de adicciones o psicópata?

Tomás Alcides Tolosa, 37 años, es mucho más que un nombre en un expediente y un par de números de casos. Su caso también representa una incomodidad para funcionarios judiciales y una puja entre forenses que advierten que padece un importante deterioro cognitivo por una vida de policonsumos, y profesionales de la salud mental que dicen que es un psicópata.

A principios de esta semana vence la prisión preventiva de Tolosa y la justicia deberá asumir nuevamente el dilema y tomar una decisión sobre el futuro de este hombre, para ello tendrá que definir primero ¿qué hay o qué queda en su psiquis?

Ojo, esto no se trata de lanzar una moneda al aire. Acá no solo está en juego la vida de Tolosa sino también la de terceros. Hay que asumir una postura responsable dato que no puede ignorar la justicia en su conjunto.

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¿Psicópata o adicto deteriorado?

Lo que pasa con Tolosa no es nuevo. Desde hace años viene siendo el síntoma de un sistema que no sabe si tratarlo como un enfermo o un criminal, al menos de eso va el debate.

De un lado, los expertos del Cuerpo Médico Forense de Neuquén han realizado informes donde explican que debe permanecer internado, aunque sea en forma involuntaria, porque tiene un marcado deterioro mental y físico.

Del otro, los profesionales de Salud Mental del hospital Casto Rendón lo definen como un psicópata, incapaz de empatizar o sentir culpa por sus acciones y creen que la justicia penal es la que tiene que hacerse cargo. Es decir, dejarlo tras las rejas.

La pregunta es: ¿Cómo profesionales del Cuerpo Médico Forense y de la Salud Mental pública pueden hacer interpretaciones tan opuestas?

Ojo, no hay que ser inocentes, la Justicia sabe los paradigmas opuestos que están en juego y también los ardides que han hecho las partes. Vale recordar que este año hubo audiencias donde se invitó solo a Salud Mental a dar su parecer, replicar la teoría del psicópata, y que un informe del Cuerpo Médico Forense ni siquiera fue exhibido por la fiscalía.

Esto el juez Luis Sebastián Giorgetti lo sabe, no lo dejó pasar por alto y lo advirtió. Ahora, advirtiendo tamaña disputa, se puede solicitar informes a terceros.

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¿Quién es Tomás Tolosa?

Tolosa no es un nombre desconocido ni para la Justicia, ni para la Policía de Neuquén ni para los comerciantes del centro.

Nació en Trelew, tiene dos hermanos con los que no tiene contacto y solo se comunica telefónicamente con su madre. Se inició en los consumos de drogas y bolseo de pegamento entre los 8 y 9 años.

Llegó a Neuquén escapando de un ajuste de cuentas después de apuñalar a un hombre para defender a su madre. Desde entonces, ha vivido en situación de calle, vendiendo medias y todo tipo de objetos en la vía pública. Producto de la adicción a la cocaína ha cometido varios robos con la finalidad de comprar más droga y también para comer.

Sus adicciones lo llevaron a caer en un espiral de violencia donde ya es peligroso para sí mismo y para terceros. Ha intentado suicidarse en más de una ocasión, la última fue en la góndola de un supermercado, dejando a todos en shock.

Tolosa no es un ladrón profesional, pero sí es peligroso por sus reacciones extremas. En su haber delictivo se puede observar robos en los que se llevó una Coca-Cola, un sándwich y hasta rompió una vidriera para llevarse unos sobrecitos de té.

En 2023, lo arrestaron más de 30 veces por delitos menores y disturbios, además de algunos episodios de exhibiciones obscenas en pleno centro neuquino.

Los comerciantes del centro, los más afectados por sus fechorías, lo ven como un ladronzuelo, un loquito que puede ser peligroso, pero lejos está de ser un psicópata.

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La cruda realidad

La verdad es que, para muchos, Tolosa es solo una falla del sistema. Su presencia en la calle genera caos, los comerciantes no lo soportan y en el hospital Castro Rendón sus visitas han sido una pesadilla. Se bajaba los pantalones en plena guardia, orinaba en cualquier lado y, cuando lo están tratando, se arrancaba las agujas y arrojaba sangre al personal médico.

Aun así, es difícil no ver que detrás de sus actos hay una persona completamente desamparada. Tolosa no tiene una red de apoyo y parte del sistema lo esquiva.

Tomás Tolosa es una muestra de un Estado que no logra hacerse cargo de los problemas más graves de la sociedad. La salud mental y las adicciones son temas que, año tras año, quedan relegados.

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Las preguntas pendientes

Ahora, los funcionarios judiciales responsables de valorar los informes expertos deberán también responderse algunas preguntas.

¿Es psicópata? De serlo estamos ante un caso muy particular, digno de una investigación.

¿Es adicto? De serlo, merece ser tratado y rehabilitado.

A todo esto ¿Cómo está su psiquis después de décadas de policonsumos? Basta recordar personajes públicos como Piti Álvarez de Intoxicados y Diego Maradona para obtener una respuesta base. Es necesario ser más claro y obvio.

Pero avancemos porque preguntas sobran: ¿Lo van a preso o lo van a dejar en libertad? Ya sea que se tome una u otra decisión en qué condiciones será.

Por cada respuesta que den surgen nuevas preguntas, caminos alternativos, peligros latentes, necesidades insatisfechas y la evidente manta corta de un Estado que lleva décadas sin brindar una respuesta a las adicciones.

Solo el valor por la dignidad humana que ejerzan los actores judiciales en cuestión podría garantizar una respuesta con el debido compromiso social. Pero estamos en Neuquén, donde todo puede pasar.