Robaron, comieron y hasta defecaron en una capilla de Centenario

Delincuentes ingresaron durante la Semana Santa a la capilla María Madre de Jesús, ubicada en calles Canadá y República Argentina de Centenario, donde robaron diferentes elementos de valor y, además, tuvieron tiempo de comer y hasta de defecar.

La comunidad religiosa de la mencionada capilla tomó conocimiento del hecho este lunes por la mañana. Cuando ingresaron, lo primero que vieron fue todas las hostias bendecidas desparramadas por el piso.

Luego recorrieron las instalaciones y se dieron cuenta de que los ladrones habían estado mucho tiempo allí y que se habían llevado una gran cantidad de elementos de valor, algunos de los cuales resultan imprescindibles para llevar adelante las actividades religiosas.

Entre las cosas robadas, se destacan un parlante, micrófonos inalámbricos, donaciones de Cáritas y bastante comida, alguna de las cuales consumieron en la misma capilla.

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Los ladrones tiraron las hostias bendecidas en el piso de la capilla.

Al percatarse de lo sucedido, llamaron a la Policía e instantes más tarde arribó al lugar personal de la Comisaría Quinta, que trabajó largamente en lugar recolectando información, testimonios y hasta huellas.

Según las primeras informaciones dadas a conocer por la Policía, lo ladrones habrían ingresado en horas de la madrugada y se llevaron lo que pudieron. La intención habría sido llevarse más cosas todavía, ya que encontraron varios elementos dispuestos para ser cargados, pero que por falta de lugar o tiempo no fueron robados. También encontraron cables cortados con un cuchillo de cocina, tipo Tramontina.

En diálogo con la Radio FM Red Social 97.9, el padre Ariel, a cargo de la capilla, narró lo sucedido. "Nos violentaron la puerta y dentro del templo nos violentaron la parte de Cáritas. No solo comieron, profanaron el sagrario y robaron los elementos de la celebración. Y como no les dio el tiempo no se pudieron llevar las otras cosas. Reponerlas va a ser todo un tema. La Policía terminó de hacer los peritajes y nos queda ese dolor y esa tristeza”, sostuvo el religioso.

Si bien en el lugar no hay cámaras de seguridad, por lo que no quedaron registrados los movimientos de los ladrones, se cree que ingresaron al predio saltando un paredón. Según contó el padre Ariel, se trata del segundo robo que sufren en los últimos tiempos. "Durante la pandemia entraron y robaron en los baños. En otra capilla prendieron fuego. Pretenden encontrar no sé qué. En esta oportunidad se robaron los micrófonos inalámbricos y esto nos complica. En la capilla no tenemos a nadie viviendo, son lugares donde solo celebramos la fe. Se llevaron el cáliz y ha sido profanado el sagrario. Es el daño que nos hacen como comunidad lo que más duele”, concluyó el sacerdote.