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Secuestro del defensor zapalino: "La situación se le fue de las manos"

Así opinó la defensora Laura Giuliani, quien representa a los hermanos acusados de tomar como rehén a un defensor público durante 11 horas, en marzo pasado. En su alegato de cierre, pidió la absolución de sus defendidos.

La defensa de los hermanos que tomaron de rehén a un defensor zapalino pidieron la absolución de ambos en el cierre del juicio este viernes. En su alegato final, consideraron que ambos actuaron desde la necesidad de ser oídos y así lo plantearon a los jueces.

Cabe recordar que la fiscal Laura Pizzipaulo y la asistente letrada Margarita Ferreyra, acusaron a los dos hermanos A.V. y M.C.V. por el hecho ocurrido el 5 de marzo de este año, cuando tomaron de rehén al defensor público Pablo Méndez. Es que este había defendido al acusado en un juicio por abuso sexual contra una adolescente, hecho por el cual había sido condenado en días anteriores.

Decidido a probar su inocencia, el hombre reclamaba la realización de una nueva Cámara Gesell a la víctima y para ello, con motivo de ser escuchado, acudió junto a su hermana a las oficinas del defensor, en calle Zeballos 186 ese viernes por la mañana, e intimidándolo, se encerraron junto a él exigiendo respuestas de la Justicia como condición para liberar al funcionario.

Para ello, los hermanos se presentaron munidos con cintas, sogas, cadenas, una navaja, un palo y un machete, amenazaron y ataron a Méndez a una silla y lo obligaron a escribir posteriormente un acta acuerdo que finalmente fue firmada 11 horas más tarde, por el fiscal general José Gerez y el defensor general Raúl Caferra. En ella se estipulaba, entre otros puntos, que se realizaría una nueva pericia a la presunta víctima de abuso del secuestrador.

A lo largo del juicio esta semana, según puntualizó Pizzipaulo durante su alegato de cierre este viernes, quedó probada la coautoría del hecho y los efectos que esas 11 horas tuvieron en el defensor secuestrado. En este sentido, la fiscal del caso resaltó que los hermanos "dividieron sus tareas" y que Méndez "no pudo defenderse".

"Intentan hacerse ver como que son dos personas que necesitaban ser oídas, el acusado principalmente, ante un sistema judicial que él mismo critica, y tal vez consideró que estaba cuidando a su defensor, pero no fue así. No podemos justificar dicho accionar en que era necesario ser escuchados, es inadmisible", sostuvo, y detalló que las profesionales psicóloga y psiquiatra que entrevistaron a la víctima acreditaron que el funcionario quedó con síntomas "ruidosos" de un estrés postraumático: "trastorno del sueño, perturbación por amenazas de muerte, dificultad para salir de su casa, ideaciones de muerte y angustia".

Por otro lado, criticó una de las posturas de los defensores Laura Giuliani y Pablo Marazzo, quienes reclamaron que gran parte del acta acuerdo firmada con sus defendidos nunca se cumplió.

"En toda negociación, lo que se busca es salvar la vida de la persona privada de libertad y amenazada", defendió Pizzipaulo.

A.V. en el secuestro de su defensor en la causa que más tarde lo condenó.
A.V. en el secuestro de su defensor en la causa que más tarde lo condenó.
A.V. en el secuestro de su defensor en la causa que más tarde lo condenó.

Por todo ello, tras enumerar la evidencia presentada, la representante del Ministerio Público Fiscal solicitó a los jueces la declaración de responsabilidad de ambos acusados como coautores del delito de privación ilegitima de la libertad.

Por su parte, tal como habían adelantado los defensores públicos, Giuliani y Marazzo, ambos consideraron que los hermanos deben ser absueltos. Principalmente, los funcionarios resaltaron que ambos actuaron desde la desesperación y la necesidad, y criticaron la firma del acuerdo del cual sólo se cumplieron dos puntos, uno de los cuales (incumplido) estipulaba que no se los perseguiría penalmente por la toma de rehén.

"Mi defendido no tenía intención de secuestrar a Méndez, sino de que los medios y los funcionarios lo escucharan; él no tenía ningún inconveniente con Méndez", sostuvo la defensora y expresó: "Estoy convencida que la situación se le fue de las manos (al acusado); quería reclamar por algo que él consideraba injusto, y teniendo en cuenta sus características de que tiene dificultad para manejar sus emociones y es impulsivo, se le fue de las manos".

Además, señaló que de acuerdo a lo declarado por algunos testigos, incluido el mismo defensor secuestrado, "la situación se fue distendiendo" con el paso de las horas, puntualizando que Méndez llegó a tomar mate con quienes lo retenían y que también fue liberado de la silla a la que inicialmente se lo había atado y se lo vio caminando por la oficina.

Los defensores pidieron principalmente la absolución de los hermanos por el delito endilgado. Como planteo alternativo, sugirieron que el hombre sea condenado por una calificación morigerada, y que el rol de su hermana sea modificado al de partícipe secundario, dado que "prestó colaboración, pero no fue esencial".

El veredicto de los jueces Fernando Zvilling, Leticia Lorenzo y Mauricio Zabala se conocerá este viernes a las 13.

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