Subieron los combustibles otro 4%: a cuánto se fueron las naftas y el gasoil
Se trata de una suba programada dentro de las actualizaciones dispuestas por el gobierno en materia impositiva y cambiaria.
Este lunes volvieron a aumentar los precios de los combustibles en línea con la actualización impositiva que lleva adelante de forma mensual el Gobierno nacional y el movimiento fijado para el tipo de cambio. La suba fue del cuatro por ciento en promedio.
La pizarras de las YPF del centro neuquino quedaron con los siguientes precios: Nafta Súper: $850; Infinia Premium: $1054; Diesel: $1086; Infinia Diesel: $1307. Los precios son unos pesos más baratos en Cipolletti por el impacto en Neuquén del impuesto para el transporte público.
Este año hubo aumentos de la nafta en febrero, marzo, abril y junio antes del que operó este lunes. Estos ajustes estuvieron más vinculados a la recaudación del Estado que a decisiones de las empresas jugadoras del mercado de los combustibles. Lo cierto es que las variables del negocio que termina en las estaciones de servicio están reguladas por el gobierno nacional, que controla YPF, dueña del 60% del mercado.
Regulación en los combustibles
En teoría las petroleras involucradas tienen la libertad de poner los precios que consideren, en la práctica cada vez que una petrolera se cortó sola con una suba tuvo que recular hasta volver a referenciar sus precios con los de YPF.
Un informe de la consultora Politikon Chaco consideró datos de Energía para concluir en que “durante el mes de mayo de 2024 se ratificó el escenario de baja en las ventas de combustible al público en todo el país”.
Y precisó: “En la comparación contra mayo de 2023, las ventas de combustible mostraron un retroceso del 8 por ciento, siendo el sexto mes consecutivo con descensos; sin embargo, respecto al mes previo (abril 2024) las ventas mostraron cierto repunte (+8,5%)”.
El aumento de los precios de este lunes se basa en un decreto del Ejecutivo. La norma número 554 de este año lleva la firma del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo.
"Con el propósito de continuar con la finalidad perseguida a través del dictado del Decreto N° 466 del 27 de mayo de 2024, resulta razonable diferir parcialmente los efectos de los incrementos que resultarían aplicables a partir del 1° de julio de 2024 para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil", puntualizó el párrafo final del capítulo de los considerandos del decreto.
La incidencia del reajuste impositivo en los precios de los surtidores tiene que ver con la política que resolvió el gobierno de Milei para recuperar la carga tributaria perdida sobre los combustibles desde 2021, cuando la gestión de Alberto Fernández lo dejó planchado.
Después de la actualización ejecutada este lunes "solo quedaría un incremento de $40 para terminar de recuperar el valor real del tributo según la ley 23.966", consideró un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
La actualización del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) representó un punto del incremento total, dos puntos se explican por la devaluación mensual del dólar administrada por el gobierno. El resto del aumento obedeció al traslado del reajuste del precio a los biocombustibles.
Desde que el gobierno decidió devaluar el precio del peso un dos por ciento fijo por mes las petroleras trasladaron a los surtidos parte del movimiento del tipo de cambio, una condición para evitar el atraso de los precios locales respecto a la cotización en dólares.
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