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Tifón, el perro callejero que fue adoptado y se convirtió en montañista

Su dueño, Manuel Battistella, es amante de la naturaleza y no dudó en llevar a su compañero e integrante de su familia hasta la cima del Volcán Tromen.  

Manuel Battistella siempre tuvo perros en la casa de sus padres, y cuando se casó con Angelina y pudo tener una casa más amplia, lo primero que quiso fue sumar un integrante más a su familia. Así fue como llegó Tifón, el perrito callejero que se convirtió en su más fiel compañero de aventuras y hasta escalaron juntos el volcán Tromen.

Una mañana del 2014 Manuel salió de su casa decidido a ir a buscar un perro a la feria de Plottier, donde antes de la pandemia, las protectoras de animales siempre llevaban a los rescatados para buscarles un hogar.

Y aquel negro flacucho los conquistó a los dos. Luego de firmar la responsabilidad de brindarle una tenencia responsable, Tifón se fue a la casa de esta pareja para ser un integrante más de la familia.

Los primeros días fueron difíciles, los perritos que viven en la calle muchas veces tienen un pasado que los atormenta. Y a Tifón parecía que el miedo no lo dejaba ser. Se la pasó por más de una semana debajo de una mesa ratona, y lo tenían que sacar para darle de comer.

Tifón, el perro callejero que se convirtió en montañista.

“Ya no sabíamos qué hacer, hasta se me ocurrió llamar a las proteccionistas para avisarles que el perro no le gustaba mi casa”, recordó Manuel a LM Neuquén, quien dijo que antes tuvo una idea. Había otro perrito callejero en la vereda al que con varios vecinos le daban de comer, entonces lo entró a su casa y ahí parece que Tifón tuvo que salir debajo de la mesa para hacer valer el lugar que ya tenía, y desde ese momento se convirtió en el dueño de ese hogar.

Battistella es bioingeniero y trabaja en el Hospital de Plottier, y desde que llegó a Neuquén desde su Mendoza natal, hace más de 10 años, comenzó a descubrir su amor por la naturaleza y el montañismo. Así fue como se sumó a grupos de escaladas con los que hizo cientos de salidas a las bardas, y también se puso más grandes desafíos.

Tifón, el perro callejero que se convirtió en montañista.

Le dijeron que para subir al Tromen debía tener un compañero. Y pensó: ¿Por qué no Tifón? Si él era el que lo acompañaba todos los días por sus recorridos de entrenamiento, el que le festeja cada salida.

“No había nadie en los grupos de entrenamiento que vaya con su perro, se me ocurrió a mí, es que un compañero más confiable qué él no va haber, quise compartirlo con él y salió”, contó Manuel entusiasmado. Así que este perro callejero, ya integrante de una familia, se convirtió en montañista.

Tifón y Manuel fueron juntos a escalar los 3978 metros de altura del Volcán Tromen. Lo hicieron en dos tramos. La noche la pasaron en un refugio y continuaron hasta la cima al día siguiente. Para que el perro no se pierda en la oscuridad, Manuel le ponía una linterna en el cuello y también lo llevaba atado.

Tifón, el perro callejero que se convirtió en montañista.

“Pero igual él iba mejor que yo. Sin problemas. La tiene re clara Tifón”, lanzó con alegría Manuel. Las travesías continuaron, subieron La Atravesada, el cerro de Primeros Pinos, a unos 2400 metros de altura, y lo hicieron en verano y en invierno a pura nieve. Hasta se le ocurrió fabricarle unas botas de tela a su amigo, aunque en realidad no se las quiso poner, parece que el frío de la nieve no fue un impedimento para pasar los mejores ratos con su mejor amigo.

También comparten las caminatas por el cañadón de Villa El Chocón, en el Huechulafquen y las diarias en las bardas de Plottier.

Tifón, el perro callejero que se convirtió en montañista.

En cada viaje, Manuel no se olvida de empacar el alimento para su fiel compañero, que se da cuenta al instante cuando se viene una nueva aventura.

Con los años la familia de Tifón creció. Llegó primero Julieta, la primera hija de la familia y hace 10 meses Agustín. Todos comparten grandes momentos al aire libre, y Tifón siempre es el encargado de cuidar a todos por los que cada día le devuelven mucho amor.

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Adopción responsable

Patricia, es una de las proteccionistas que trabaja en Plottier para resguardar a los animales abandonados. Todos los días ayuda a muchos perros que necesitan un hogar. Ella fue la que le entregó a Tifón a Manuel Battistella y hoy muere de amor al verlo tan parte de su familia.

Tifón, el perro callejero que se convirtió en montañista.

“Lo encontré en muy mala condición a ese perrito de ojos grandes. Y hoy poder verlo con su familia es una gran felicidad y gratificación al trabajo diario”, explicó la mujer a LM Neuquén.

La proteccionista destacó esta historia, pero aseguró que todas las adopciones de perros callejeros son historias mágicas para contar porque ellos son muy agradecidos. "Para estos animales es una segunda oportunidad en su vida, ya que muchos fueron víctimas del maltrato. Y también para las personas es muy bueno, muchas personas que adoptan pueden sentirse mucho mejor, es un rescate mutuo, para el adoptante y el adoptado", explicó.

La mujer aprovechó la oportunidad para pedir a la población que cuando quiera sumar un animal a su familia adopte un callejero y no piense en comprar un animal. Para adoptar un perro podés comunicarte al 2996 08-2166, en un mes y medio van a estar listos los cachorros que quedaron huérfanos y fueron salvados por municipales.

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