Un bombardeo en una mezquita de la provincia de Herat acabó con la vida de Mujib ur Rahman Ansari, un influyente imán.
El gobierno talibán en la nación asiática volvió a sufrir un nuevo ataque en su territorio: al menos 18 personas murieron luego de la explosión de una bomba en una de las mayores mezquitas de la región del Oeste. Entre los fallecidos, se hallaba un influyente imán que había pedido decapitar a quienes cometieran “el más mínimo acto” contra el movimiento israelita que administra Afganistán.
Diversos usuarios en las redes sociales publicaron una serie de imágenes que muestran lo que parecían ser cuerpos manchados de sangre esparcidos por el lugar de culto de Gazargah, ubicada en Herat, una importante ciudad del oeste del país.
Además, hubo 23 personas heridas en el atentado, informó dijo Hameedullah Motawakel, vocero del gobernador de la provincia, en un mensaje a los medios. El imán Mujib ur Rahman Ansari era un influyente clérigo conocido por sus virulentos discursos.
En julio pasado, durante un encuentro religioso en Kabul, la capital del país, había defendido la nueva administración de la nación. “La bandera talibán no se ha levantado fácilmente, y no se arriará fácilmente”, había dicho el referente religioso por aquel entonces.
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