Un libro para conocer a una militante con sed de justicia
Se presentó en la UNCo "Noemí Labrune y la lucha por los derechos humanos", que repasa la trayectoria de la fundadora de la APDH de Neuquén.
“Cuando pensamos en coherencia, en decencia, en solidaridad, en generosidad, en fortaleza, en inteligencia, en coraje, esfuerzo y ternura pensamos y sentimos a Noemí Labrune”. Con estas palabras el Doctor en Derecho Juan Pablo Bohoslavsky se refirió a la histórica militante de la Asamblea por los Derechos Humanos de Neuquén (APDH) durante la presentación del libro “Noemí Labrune y la lucha por los derechos humanos. De lo individual a lo colectivo” que tuvo lugar en el Aula Magna de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo).
El libro que se presentó este viernes, publicado por la editorial de la casa de altos estudios, reúne textos escritos por más de treinta personalidades de diferentes disciplinas que hacen eje en la labor desarrollada durante más de cuarenta años por Labrune, una de las fundadoras del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
Bohoslavsky, quien estuvo a cargo de la edición, señaló que con la finalidad de sistematizar una pedagogía de la militancia, las páginas de este libro “repasa y reflexiona sobre las dimensiones individuales y colectivas de las acciones que Labrune ha venido emprendiendo por décadas en el campo de los derechos humanos". Además precisó que “elegimos hablar de Noemí Labrune para reflexionar sobre los grandes procesos de resistencia frente a los abusos de poder que se han dado en las últimas décadas en la Argentina y en particular en la región del Comahue”.
Explicó que los textos recopilados dan cuenta de los orígenes del trabajo de extensión en las universidades argentinas desarrollados por Labrune, los procesos de resistencia y denuncia forjados durante y después de la última dictadura cívico-militar, los aspectos fundacionales y organizativos de los organismos de derechos humanos en Argentina y las estrategias desplegadas para hacer posibles los juicios de la verdad y los de lesa humanidad. Así también se destaca la presencia y la participación activa de Labrune en las luchas de los pueblos originarios, los reclamos de los trabajadores, los usos pedagógicos de la memoria, la promoción del arte y de los artistas, las luchas ambientalistas, la demanda por los derechos de los niños, niñas y adolescentes y el fortalecimiento de la educación pública.
"El libro repasa y reflexiona sobre las dimensiones individuales y colectivas de las acciones que Noemí Labrune ha venido emprendiendo por décadas en el campo de los derechos humanos", explicó Juan Pablo Bohoslavsky, editor del libro.
Destacó que los textos “dan cuenta de una serie de aprendizajes que sería conveniente capitalizar para ampliar y profundizar la lucha por los derechos humanos que las futuras generaciones deben emprender”.
En la presentación, Labrune propuso que el libro sea leído como un libro de historia. "Es la historia de grupos que ganaron algunas batallas y perdieron otras. Por ejemplo, ahora mucha gente dice que son importantes los juicios contra los represores, y claro que lo son; pero durante veinticinco, treinta años de impunidad fuimos perdiendo batallas porque era ese el momento de castigar a los militares que estaban gozando de todos los privilegios incluso sociales y no pudimos armas los juicios y eso fue una derrota", describió.
Una mujer que deja huellas
En el prólogo Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, escribió que Labrune “es una mujer que siempre mostró su continua y potente actividad en la defensa de todos los derechos humanos, por un pueblo que en los ‘70 ya era castigado con la pobreza y las persecuciones políticas. Noemí deja huellas en donde actúa, siempre ayudando a la gente”.
Uno de los capítulos se centra en el trabajo realizado por Labrune entre 1956 y 1966 en el Departamento de Extensión Universitaria de la Universidad de Buenos Aires con la idea de construir un significado práctico, integral y concreto, del anhelo de una “universidad para el pueblo”. “La creación de esta institución corresponde en ese momento a la idea que se fue gestando en el movimiento estudiantil desde los comienzos de 1950 durante el segundo gobierno peronista, en relación con instituciones de los sectores populares: biblioteca popular, centros vecinales y sindicales”. Labrune, egresada de Filosofía en la UBA participó activamente en la DEU.
En la contratapa, la vicepresidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Antonia Noguera Urrejola sostuvo que la trayectoria de la dirigente de la APDH de Neuquén “representa la fuerza y resiliencia de mujeres defensoras de Derechos Humanos en las Américas".
"Es importante que se conozca quién es Noemí Labrune y, aún más importante, qué ha hecho, porque es un ejemplo de ética, de responsabilidad y de militancia", señaló Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz.
Por su parte, el abogado Juan Cruz Goñi, quien participó como querellante de la APDH en los juicios contra los represores en Neuquén, reflexionó sobre el rol de Labrune no solo “en la resignificación del pasado, tarea que ha desarrollado como constructora de la verdad y como hacedora de la justicia, sino también como emprendedora de una memoria que pone el pasado al servicio del presente”. Goñi agregó que “ha ofrecido a la comunidad una manera concreta de leer las experiencias del pasado reciente a partir de las urgencias del presente”.
En tanto, el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel recordó los encuentros con Labrune en las dependencias del Servicio Paz y Justicia (Serpaj) cuando integraban la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep). "Conversábamos sobre la situación, tratábamos de intercambiar ideas e información y discutir qué podíamos hacer, y no solo sobre la cuestión de violaciones los derechos humanos durante la dictadura, sino también sobre los problemas sociales que se presentaban, como los pueblos originarios, fundamentalmente el mapuche”. Y la definió como “una militante sin pausa, y muy objetiva. Es importante que se conozca quién es y, aún más importante, qué ha hecho, porque es un ejemplo de ética, de responsabilidad y de militancia. Porque hoy hay mucha/os que se llaman militantes pero son más aparatos que realidades, no realizan acciones concretas en defensa de la vida".
El libro contiene textos de Jorge Luis Albertoni, Cecilia Arcucci, María Cecilia Azcónegui, Silvia Barco, Susana Leda Barco, Guadalupe Basualdo, Leticia Bellini, Juan Pablo Bohoslavsky, Pablo Bohoslavsky, Roberto Juan Caules, Marta F. Cohen, Nora Cortiñas, Nélida Fernández Busso, Susana Fortunato, Luis Alfredo Genga, Raúl Godoy, Juan Cruz Goñi, Marcelo Walter Grosso, Adolfina Janson, Mabel Landgrebe, Betina Labrune, David Lugones, Sara Mansilla, Marcelo Medrano, Nerea Regina Monte, Jorge Nawel Purran, Nara Osés, Adolfo Pérez Esquivel, Jorge ‘Pelado’ Salaburu, Hugo Ratier, Hilda Santos, Dora Seguel, Nora Speier de Fernández, María Clara Tagliafico, Amanda Toubes, y la propia Noemí Labrune.
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