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Un tatuador mató de un escopetazo a un ladrón

El joven, de 26 años, le metió un disparo en el pecho a un presunto delincuente al que sorprendió cuando intentaba robarle la batería de su camioneta.

Un tatuador de 26 años mató hoy de un disparo a un presunto delincuente al que sorprendió cuando intentaba robarle la batería de su camioneta en su casa de la localidad bonaerense de Ciudadela, partido de Tres de Febrero, informaron fuentes policiales y judiciales.

Se trata de Fabricio Álvarez, quien esta tarde fue indagado por el fiscal Sergio López y luego excarcelado, aunque seguirá siendo investigado para determinar si se trató de un "homicidio en legítima defensa" o si hubo algún tipo de exceso en su accionar al efectuar el disparo mortal contra el delincuente.

El hecho sucedió esta madrugada en la vivienda situada en Ricchieri al 2800, de Ciudadela Norte, donde se encontraba el tatuador Fabrizio Álvarez junto a su hermana.

De acuerdo al relato de las fuentes, el joven escuchó ruidos y al asomarse al patio vio al ladrón que intentaba apoderarse de la batería de su auto, un utilitario en desuso que lo tenía allí estacionado en reparación. "Había dos baterías desmontadas al costado del vehículo. Estamos analizando si ya estaban allí o si alguna fue removida por el joven que terminó muerto", dijo a Télam uno de los investigadores.

Según añadieron los voceros, Álvarez increpó al ladrón que llevaba un arma blanca: una pequeña hacha de cocina con mango negro. El tatuador forcejeó con el delincuente, tras lo cual logró zafarse e ingresar a su casa, donde se agarró una escopeta calibre 16, con la que instantes después le efectuó el disparo al ladrón.

El sospechoso recibió el disparo en pecho, a raíz del cual murió poco después en el patio de la casa, donde fue hallado por la policía, que acudió tras un llamado del propio Álvarez. Efectivos de la comisaría de Ciudadela Norte demoraron al tatuador y secuestraron el arma con la que se defendió ante el delincuente, al tiempo que convocaron a los peritos de la Policía Científica para que lleven a cabo las tareas de rigor en la escena del hecho.

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Al lugar, también arribó el fiscal López, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de San Martín, quien esta tarde indagó por el homicidio a Álvarez, el cual dijo que se defendió del robo. "Todavía faltan pericias y algunas diligencias para hacer, cuando llegue el momento procesal oportuno se verá si lo que corresponde es el sobreseimiento por haber actuado en legítima defensa", precisó un vocero encargado de la pesquisa.

En principio, los investigadores reconstruyeron que toda la secuencia del hecho ocurrió dentro de la propiedad, en ese patio lateral que hay desde las rejas de la línea municipal hacia el fondo de la construcción, donde el joven tiene un negocio de tatuajes en el frente y la vivienda atrás. Los pesquisas añadieron que el arma secuestrada al tatuador es una escopeta calibre 16 de la que el joven no aportó ninguna documentación.

También fue secuestrada el hacha de cocina que portaba el delincuente y que será clave a la hora de evaluar las circunstancias de una eventual legítima defensa del joven frente al ladrón. Los voceros judiciales consultados explicaron a Télam que para definir la situación de Álvarez, el fiscal López analizó que no existían riesgos procesales y dispuso su libertad.

Respecto al presunto ladrón muerto por el disparo en el pecho, las fuentes indicaron que no portaba documentación y pudo ser identificado como Brian Daniel Alejandro Barreto (29), domiciliado en el barrio Ejército de los Andes, conocido como Fuerte Apache. Según los investigadores, Barreto tenía antecedentes penales por "tenencia de armas y resistencia a la autoridad".

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