La marca japonesa acaba de mostrar el GR GT, un misil que es prácticamente un auto de carreras adaptado para la calle.
El Toyota GR GT no solo aparece como un nuevo objeto de deseo para los fanáticos de los deportivos: se posiciona como el Toyota más potente de la historia, toda una declaración de principios de Gazoo Racing. Con una receta que mezcla un motor V8 biturbo, asistencia híbrida y soluciones de pista llevadas a la calle, la marca japonesa busca volver a un lugar de elite entre los grandes nombres de la alta performance.
Mientras muchas amarcas apuestan por la electrificación total, Toyota se inclina por un camino más emocional: potencia extrema acompañada por un arsenal tecnológico y un desarrollo pensado especialmente con ADN de competición. No se trata de un simple prototipo de deportivo, sino de un auto de carreras con una versión homologada para la ruta. Eso es del GR GT que acaba de mostrar la marca japonesa y que ya hace ruido en el universo de las marcas con súper deportivos.
El proyecto también se apoya en una narrativa histórica fuerte. Toyota ya había dejado huella con íconos como el 2000GT y, en el universo premium del grupo, el Lexus LFA. Ahora, con el Toyota GR GT, la compañía intenta unir esa tradición con una nueva era, donde la eficiencia y la aerodinámica también cuentan. En este marco, el GR GT aparece acompañado por su par de pista, el GR GT3.
Toyota GR GT: el nuevo súper deportivo de Gazoo Racing
El corazón del Toyota GR GT es una de las razones principales de su impacto mundial. Equipa un sistema híbrido que combina un motor V8 biturbo con otro eléctrico integrado en el eje trasero, acompañados por una caja automática de ocho velocidades desarrollada específicamente para este conjunto. Según la marca, la potencia supera los 650 CV y el torque se ubica por encima de los 850 Nm, con una promesa de prestaciones que lo meten en territorio de súper deportivos.
Toyota, además, dejó entrever que esos números podrían ser incluso superiores para el modelo final. En otras palabras: la versión de producción del Toyota GR GT no tendría por qué ser menos explosiva que el prototipo, un mensaje que entusiasma a los puristas que todavía quieren escuchar un V8 con carácter propio.
Más allá del motor, otro dato fuerte está en la estructura. El Toyota GR GT incorpora el primer chasis monocasco totalmente de aluminio de la marca, acompañado por paneles de carrocería construidos con materiales livianos, como plástico reforzado con fibra de carbono. Este combo no es casual: la reducción de peso es una obsesión lógica en un deportivo de esta categoría.
El objetivo declarado es mantener el peso en torno a 1.750 kilos o menos, cifra que para un V8 híbrido de impacto mundial resulta muy competitiva. En frenos y calzado, anuncian discos carbocerámicos, componentes de primerísima línea y neumáticos bien radicales: Michelin Pilot Sport Cup 2 de 20 pulgadas.
A nivel estético, el Toyota GR GT juega con una silueta baja, ancha y agresiva, más cerca de un GT europeo que de una coupé japonesa tradicional. La aparición del Toyota GR GT es relevante por lo que simboliza. Toyota parece decidida a sostener una identidad deportiva extrema en un escenario dominado por la electrificación.
Si el plan se concreta tal como fue presentado, el Toyota GR GT no solo podría competir con nombres consagrados de Europa (Ferrari, Porsche), sino también volver a posicionar a la marca como una referencia global en el mundo de los deportivos de alta gama. Y para los fanáticos, eso ya es una noticia enorme.
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